La Guardia Civil investiga los destrozos ocasionados en un finca de castaños, propiedad de José Manuel García, con domicilio en Valencia.
En la finca llevaban años creciendo 22 castaños y en la madrugada del pasado día 18 de diciembre, parte de ellos fueron talados y otros arrancados de raíz.
Los árboles quedaron esparcidos a lo largo de la finca y la Guardia Civil sospecha que los autores son de la zona. Las primeras hipótesis apuntan a un posible venganza por rivalidades vecinales, pero no descartan que los daños fueron simplemente para hacer daño. Estamos sondeando entre varios vecinos por si vieron algo en extraño en la finca y al final llegaremos a esclarecer lo sucedido, afirmaron fuentes del instituto armado.
Esta es la tercera plantación de árboles destrozada en menos de un año en la provincia. Las otras dos están en Parada do Sil, donde fueron arrancados un centenar de pinos, y en Amoeiro, donde robaron 12 castaños, aunque en este caso, marcharon con la madera.
Los árboles quedaron esparcidos a lo largo de la finca y la Guardia Civil sospecha que los autores son de la zona. Las primeras hipótesis apuntan a un posible venganza por rivalidades vecinales, pero no descartan que los daños fueron simplemente para hacer daño. Estamos sondeando entre varios vecinos por si vieron algo en extraño en la finca y al final llegaremos a esclarecer lo sucedido, afirmaron fuentes del instituto armado.
Esta es la tercera plantación de árboles destrozada en menos de un año en la provincia. Las otras dos están en Parada do Sil, donde fueron arrancados un centenar de pinos, y en Amoeiro, donde robaron 12 castaños, aunque en este caso, marcharon con la madera.
