El Concello no les cedió una excavadora para abrir una pista forestal y facilitar la venta de madera

Vecinos de Castrelo reprochan al alcalde en una protesta la pérdida de 17.000 euros

 Xurxo Rodríguez atendió a los manifestantes antes del inicio del pleno.  (Foto: Martiño Pinal)
Vecinos de Ramiras se manifestaron ante el Concello de Castrelo de Miño para exigir mejoras en el pueblo. La asociación vecinal reprocha al alcalde la pérdida de 17.000 euros en la venta de madera por no cederles una excavadora para la apertura de una pista forestal.
La pérdida de aproximadamente 17.000 euros en la venta de los árboles talados en el monte comunal de Ramiras por la falta de una pista de acceso al mismo ha sido el principal motivo por el que un grupo de vecinos en representación de todo el pueblo se manifestase ayer ante la casa consistorial de Castrelo de Miño. Los madereros estaban dispuestos a pagar 30.000 euros si disponían de un vial para trabajar en el monte. La asociación de vecinos solicitó una excavadora al Concello pero no recibió una respuesta satisfactoria, así que solamente cobraron 13.000 euros por la madera.

Discriminación

Esa fue la gota que colmó el vaso para esta entidad vecinal que, según su portavoz Avelino Pazos, considera que el grupo de gobierno discrimina a este pueblo, al no atender sus peticiones desde hace más de un año. Por ese motivo, pidieron apoyo a los dos grupos de la oposición PSOE y PP, que son mayoría en la corporación presidida por el nacionalista Xurxo Rodríguez.

Es así, que los representantes vecinales se situaban ayer a las puertas del Concello con pancartas en las que se leía: ‘Ramiras también existe’.

Xurxo Rodríguez no esperó al inicio de la sesión plenaria y se presentó ante los manifestantes, adquiriendo el compromiso de mantener una reunión con ellos el próximo domingo a fin de abordar todas las reclamaciones planteadas.

Ya en el pleno, con los vecinos ocupando el reducido espacio del salón del consistorio, el PSOE apoyado por el PP presentaba una moción de urgencia, que aceptó el BNG, y que posteriormente también le daba el visto bueno tras el debate.

De esta forma, el portavoz socialista, Manuel González Carvajal, expuso la situación generada por la falta de la excavadora para la apertura de una pista de 950 metros de longitud, que ser viría de acceso al monte y como cortafuegos.

El edil matizó que el dinero obtenido por la madera se destinó a la construcción del centro social para el que el pueblo aportó 27.000 euros, correspondiendo además a cada vecino 150 euros a título particular. El resto del presupuesto, que ascendió a 87.000 euros, se completó con la aportación del plan europeo Leader y con 12.000 euros de la Diputación.

Otras peticiones incluidas en la moción se refieren la instalación de medios de extinción de incendios en la aldea, el acceso a internet, apoyo económico para la asociación de vecinos, un parque infantil, una barandilla en el campo de la fiesta y el acondicionamiento del entorno del nuevo centro social. Al final, la moción fue aprobada por unanimidad.

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