Los vecinos de Ribadavia ya empezaron a notar en estos dos últimos días el descenso de presión en el suministro de agua a sus viviendas. Salvo raras excepciones, que se quejaron al Concello porque les llega poca agua y no les funciona el calentador, el resto de la población asumió con resignación la medida, al mismo tiempo que manifestaban su preocupación ante el anuncio de que todavía no está previsto que llueva y su temor ante la posibilidad de tener que soportar los cortes sobre los que advirtió el concejal de Servicos Públicos, Ignacio Gómez, en el caso de que empeore la situación.
Carlos Castiñeiras, hostelero y directivo de Establecimientos Asociados de Ribadavia, no se mostró en absoluto sorprendido, porque 'en agosto había poca agua y si no llueve es lógico que ahora estemos en alerta, teniendo en cuenta que la captación del Maquiáns es muy pequeña'. Asimismo, aseguró que no hay otra alternativa que seguir las indicaciones del Concello y consumir el agua únicamente para cubrir las necesidades básicas.
Otro vecino de la villa, Francisco Alonso, considera que de continuar la sequía los cortes no supondrán un ahorro porque 'a xente enche a bañeira e outros recipientes para cando no hai auga'. En su opinión, una villa como Ribadavia debería disponer de una captación alternativa en el río Miño. 'Fai moitos anos que se collía auga en Santa Cristina pero non sei agora como están esas instalacións'. En cuanto a las restricciones que aplica ahora el Concello, considera que 'son inevitables e paréceme lóxico que non se reguen xandíns nin se laven os coches'. Juan Bande, presidente de Amigos do Museo e do Casco Histórico, ha sido uno de los vecinos que se vio obligado a ducharse en agua fría, 'tampouco me queixo porque comprendo a situación'. Este vecino se enteró por este periódico de la situación de alerta, aunque no le sorprendió, consciente del bajo caudal del río.
Otro vecino de la villa, Francisco Alonso, considera que de continuar la sequía los cortes no supondrán un ahorro porque 'a xente enche a bañeira e outros recipientes para cando no hai auga'. En su opinión, una villa como Ribadavia debería disponer de una captación alternativa en el río Miño. 'Fai moitos anos que se collía auga en Santa Cristina pero non sei agora como están esas instalacións'. En cuanto a las restricciones que aplica ahora el Concello, considera que 'son inevitables e paréceme lóxico que non se reguen xandíns nin se laven os coches'. Juan Bande, presidente de Amigos do Museo e do Casco Histórico, ha sido uno de los vecinos que se vio obligado a ducharse en agua fría, 'tampouco me queixo porque comprendo a situación'. Este vecino se enteró por este periódico de la situación de alerta, aunque no le sorprendió, consciente del bajo caudal del río.
