CRÓNICA

Vino y música maridan en Toubes

El Pazo de Toubes, espectacular enclave del festival (XESÚS FARIÑAS).
photo_camera El Pazo de Toubes, espectacular enclave del festival (XESÚS FARIÑAS).
El Pazo de Toubes fue escenario este sábado del primer festival Costeira Sonora, en el que se combinaron los conciertos de música con los distintos vinos de esta bodega referente en la Denominación de Origen Ribeiro.

El Pazo de Toubes está permitiendo a la bodega Viña Costeira desarrollar uno de sus más ambiciosos proyectos de enoturismo, que consiste en vincular su marca con el mundo del arte.  Así, la tarde de este sábado estuvo centrada en la música, ofreciendo a los numerosos visitantes un maridaje de aromas, sabores y sonidos. A cada concierto le correspondió un vino diferente, que supieron apreciar los participantes en esta primera edición de Costeira Sonora. 

Dos objetivos fundamentales apuntaba el presidente de la Cooperativa Vitivinícola do Ribeiro, Andrés Rodríguez: "desde el lanzamiento de Amadeus organizamos la noche de perseidas y ahora esta experiencia con música. Con esto queremos vincular nuestra marca con el mundo de la cultura". Además, añadía que "pretendemos que la gente conozca nuestro vino y nada mejor que lo haga con música en este entorno del Ribeiro".

La bodega hace muchos años que está abierta a las visitas guiadas en donde se puede seguir todo el proceso de la elaboración del vino desde la vendimia, pero con el Pazo de Toubes se han abierto nuevas posibilidades para eventos festivos como el de este sábado, que nace con la idea de "que se convierta en un festival referente en la provincia", puntualizaba el presidente.

María Yfeu fue la encargada de iniciar el turno de conciertos y despertar los paladares con un Viña Costeira Mencía de Valdeorras; la portuguesa Surma con Tamborá Godello; Las Chillers con el Modus Vivendi; la música del Meister maridaba con un Toubes y Ángel Stanich con un Viña Costeira Ribeiro; mientras, las pinchadas de EME DJ y DJAKE se complementaron con el espumoso Lua, de acuerdo con la recomendación de los sumilleres de la casa que han trabajado para maridar la música de cada artista con un vino.

Los asistentes disfrutaron del mejor vino y la buena música sin más preocupación gracias al servicio gratuito de lanzaderas, que funcionaron durante todo el festival, cubriendo un trayecto circular entre Ribadavia, Leiro y Costeira Sonora, además de la conexión con Ourense desde el Parque de San Lázaro.

Las más de ocho hectáreas de viñedos que rodean el Pazo de Toubes, recién vendimiadas esta pasada semana, fueron el marco de fondo para esta original experiencia, que tuvo por escenario un antiguo pazo restaurado por Viña Costeira, a la que abre nuevas posibilidades de promoción y desarrollo enoturístico.

La asistencia, ya desde primera hora, rozó el aforo completo y más del cincuenta por ciento procedían de la ciudad de Ourense. "Ha funcionado muy bien el servicio de autobuses", señalaba un miembro de la organización, quien añadía que era muy probable que hacia la noche se alcanzaría el tope de las 400 personas.

Ambiente despreocupado al no tener que conducir y todas las condiciones para disfrutar de una velada poco habitual, con la que Viña Costeira da un impulso a sus marcas, al mismo tiempo que celebra la terminación de su vendimia, que dará por concluida hoy, siendo una de las mejores campañas en calidad y cantidad.

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