El domingo 9 de abril de 1882 veía la luz el primer número de esta publicación. Nacía de la mano de un joven y prometedor abogado- escritor que, quizás aficionado a la lectura de revistas del momento como La Tempestad (Segovia) o El Motín (Madrid) se decidió a crear la suya propia, Alberto García Ferreiro.
En mi búsqueda de viejos ejemplares de prensa antigua ourensana, surgen de vez en cuando rarezas como la que hoy os presento. "Revista fundada e dirixida polo xornalista e poeta Alberto García Ferreiro, probablemente no ano 1883. Citada por Carré Aldao y Altabella, etc…" Con este escueto comentario, Marcos Valcárcel le asigna el puesto 37 a esta publicación semanal en su libro “A prensa en Ourense e a sua provincia”. Con toda probabilidad, el profesor Valcárcel no llegó a conocer los ejemplares que a día de hoy atesora la Biblioteca de la Diputación ourensana dentro del fondo Benito Fernández Alonso.
El domingo 9 de abril de 1882 veía la luz el primer número de esta publicación. Nacía de la mano de un joven y prometedor abogado- escritor que, quizás aficionado a la lectura de revistas del momento como La Tempestad (Segovia) o El Motín (Madrid) se decidió a crear la suya propia, Alberto García Ferreiro.
Con secciones fijas: "Plumazos" y "Plumero", al servicio del director (que en ocasiones con pseudónimo critica lo que considera oportuno, a veces con agudeza a veces con dureza…), otra tercera sección sería "Plumitas", de actualidad local, firmado por “Clarinete”.
En los números consultados se publica por capítulos un texto de Benito Fernández Alonso: “Nuestra Señora del Jurés, en Riocaldo”. Otra sección era el "Álbum", en el que recopilaba poesías propias, junto con colaboraciones de amigos (Virgilio García, Jesús Muruais, etc.) y recibía colaboraciones de lectores ávidos por ver su nombre en los “papeles”, a los que en algunos casos de manera “casi” cruel se les negaba la fama: "Sr. D.H.L.-Vigo.- ¡Válanos Dios y que poesía tan pedestre nos ha remitido! ¿Cómo quiere V. que se publique?"
Al mismo tiempo, personajes ya reputados le permitían publicar su trabajo. La propia revista anuncia la publicación en breve de poesías con la firma de: "Las señoritas Filomena Dato Muruais, Josefa Ugarte, Sofía Tartilan, y los señores Ojea y Gándara".
Su estructura recuerda la de la revista "Madrid Cómico" e incluso comparte con ella la presencia de algún autor. A modo de ejemplo, José de la Serna firmaba este Soneto en las dos revistas:
"Mi Omnisciencia
Yo sé muy bien que en este mundo vano/ todo miseria és, dolo y falsía./ Yo sé que es la justicia farsa impía,/ la gloria y el poder, delirio insano./ Yo sé que es el amor dogal tirano,/ engañosa ilusión que vive un día./ Yo sé que en la amistad aquel que fía/ vende su corazón al dar su mano./ Sé que la vida es corta, el tiempo largo,/ fugaz el bien, sin fin las desventuras,/ la dicha hastiada y el placer amargo,/ error la fe, la ciencia conjeturas…/
Yo lo sé todo en fin: y sin embargo/ ¡me han suspendido en cuatro asignaturas!"
Y el dibujante Ramón Cilla enviaba una de sus obras para ser publicada probablemente en el numero 8. El dibujo cómico que presenta en cada número pienso que podría ser obra del profesor del instituto don Antonio Torres Tirado (el mismo que diseño el arco mudéjar en honor del Padre Feijoo), pero no se puede asegurar ya que la firma es el único dato: A. Torres.
A modo de última sección, aprovechando las páginas de la revista se contesta públicamente el correo, lo mismo agradeciendo felicitaciones que reclamando el pago de la suscripción, cuando no agradeciendo el envío de una buena poesía.
Muy interesante para mí la publicidad de la última página, en la que aparece una de las escasas referencias que conozco del fotógrafo R. Unturbe, situándolo en la Travesía del Alba (nombre dado al tramo inicial del Paseo al poco de abrirse este vial), y confirmando que desarrollaba su trabajo en la ciudad y en las poblaciones circundantes. También se publicita la “Fotografía Madrileña”, en la calle Pelayo, estudio abierto por el ourensano Francisco Prieto en 1881 (desconozco el motivo, supongo que razones comerciales, le hicieron cambiar en el anuncio el nombre de “La Luz Universal” que era el original del estudio).
En el numero 7 comenta que se va a duplicar el tamaño de la revista, y que además del grabado habitual de Torres, van a publicarse caricaturas de escritores gallegos.
El recorrido de la publicación fue escaso, 11 o 12 números, ya que a comienzos de julio de ese año desapareció por orden gubernativa. El problema parece haber sido un enfrentamiento con el gobernador don José Lois e Ibarra que lo denuncio por “usurpación de estado civil”. Posiblemente alguna crítica a su persona utilizando un pseudónimo que no hizo mucha gracia al aludido. A finales de julio la prensa se hacía eco de su absolución.
Es evidente que la sátira de los escritores ourensanos no gozó de fortuna, ya que los intentos de sacar adelante una publicación de ese estilo disfrutaron de una vida efímera. En algunos casos comienzo a pensar que uno o dos números componen la colección completa.
