La Catedral de Ourense acogió ayer la Misa Crismal, presidida por el obispo monseñor Leonardo Lemos y concelebrada por 130 sacerdotes llegados desde distintas zonas de la Diócesis. Durante la celebración, que manifiesta la comunión del obispo con sus presbíteros, se consagró el Crisma y bendijeron los óleos, que después se reparten por las parroquias para la administración de los sacramentos.
En esta liturgia de marcado carácter sacerdotal, el prelado recordó en su homilía a los sacerdotes que dicha jornada se establece 'para renovar los compromisos de amor que hemos realizado el día de nuestra ordenación sacerdotal'. Recalcó que la clave de la fidelidad en el ministerio 'es una cuestión de querer y nuestra vida se entiende desde el amor de Dios, que nos ha dado la vida, nos ha escogido'.
La vida y vocación van de la mano, por eso Leonardo Lemos instó a 'aprender a conjugar nuestra acción pastoral con la oración y el estudio'. Estableció como ejes vertebradores 'querernos más y ayudarnos mejor' junto con la preocupación por 'renovar el estudio cotidiano, poniéndose al día en el uso correcto e inteligente de las nuevas tecnologías. Nada de lo humano es ajeno al querer de Dios'.
Dirigiéndose a los seminaristas a los que 'Cristo sigue llamando para que seáis sus amigos y para proponer a algunos la entrega total a la causa del Reino', los exhortó a que busquen sólo en Dios 'al gran modelo' de sus vidas. A los fieles laicos les pidió: 'Arropad con vuestro cariño y oración a vuestros sacerdotes'.
La vida y vocación van de la mano, por eso Leonardo Lemos instó a 'aprender a conjugar nuestra acción pastoral con la oración y el estudio'. Estableció como ejes vertebradores 'querernos más y ayudarnos mejor' junto con la preocupación por 'renovar el estudio cotidiano, poniéndose al día en el uso correcto e inteligente de las nuevas tecnologías. Nada de lo humano es ajeno al querer de Dios'.
Dirigiéndose a los seminaristas a los que 'Cristo sigue llamando para que seáis sus amigos y para proponer a algunos la entrega total a la causa del Reino', los exhortó a que busquen sólo en Dios 'al gran modelo' de sus vidas. A los fieles laicos les pidió: 'Arropad con vuestro cariño y oración a vuestros sacerdotes'.
