La Audiencia Provincial absuelve a un abogado procesado por supuestamente haber estafado a dos de sus clientas. Las mujeres lo habían contratado en un procedimiento para cobrar una herencia. Ambas, madre e hija, lo acusaban de haberles timado una cantidad cercana a los 28.000 euros en distintos pagos por trámites que, según denunciaban, no había hecho.
La Audiencia no da la razón a la pareja de clientas y exculpa al abogado. El tribunal argumenta que de la prueba practicada se desprende que “desarrolló la actividad profesional que le fue encargada, interviniendo en el proceso ordinario, en donde formuló contestación a la demanda e intervino en la Audiencia Previa y Juicio Oral, así como posterior apelación”.
El fallo estima que “el desconocimiento procesal de las denunciantes” no permite estimar “la presencia de engaño” en los supuestos “pagos indebidos”. La Audiencia sostiene que la abogacía es una profesión liberal que fija sus propias tarifas mediante un acuerdo del que se “carece de toda prueba”.
SIN CUANTÍAS FIJADAS
En este sentido, la contratación del abogado se cerró sin hoja de encargo profesional ni fijación del importe de las cuantías, según el documento. En las vistas se apuntó que estos pagos se efectuaron ocasionalmente en mano.
Al mismo tiempo y respecto a los mensajes de WhatsApp en los que se habla de los supuestos pagos, la Audiencia ve “carencia probatoria” en su verificación. Por este motivo, el tribunal se desentiende de estas comunicaciones, ya que esta falta, tal y como agregan, les impide pronunciarse en relación a las cantidades demandadas en los mismos.
