Amenazar a una hermana, golpear a otra, acercarse a una sobrina a pesar de que un juez se lo había prohibido y agredir a un guardia civil. Por estos hechos fue juzgado ayer, en sendas vistas orales, un hombre que finalmente se conformó, entre otras penas, con un total de 15 meses de prisión.
Un hombre compareció ayer dos veces ante la jueza del Juzgado de lo Penal número 2 de Ourense acusado de diversos delitos. Así, en uno de los juicios, la fiscal acusaba a Antonio A.G. de agarrar por el cuello y pegar en la cabeza en la cabeza a su hermana, que padece una minusvalía psíquica, en el transcurso de una discusión que ambos mantuvieron en octuvre de 2005. También en un altercado con otra hermana por rencillas familiares enmarcaba la acusación pública las amenazas que el acusado habría realizado a esta otra familiar, asegurándole que iba a comprar una escopeta y pegarle un tiro.
Estos hechos fueron calificados por la fiscal como un delito de lesiones y una falta de amenazas, por los que el acusado se con formó con una pena de 30 días de trabajos en beneficio de la comunidad y cuatro días de localización permanente; así como el alejamiento de sus hermanas.
El otro juicio estaba relacionado con el quebrantamiento de la orden que le impedía acercarse a menos de un kilómetro de su sobrina o comunicarse con ella. La acusación mantenía que, en agosto de 2006, a sabiendas de la existencia de esta medida cautelar, el procesado se acercó a la joven en la fiesta de Arcos. La joven llamó a la Guardia Civil y el acusado, al ver a los agentes, huyó, si bien fue detenido cinco días después en la casa de su madre. Fue entonces cuando, según la fiscal, se abalanzó contra un agente de la Guardia Civil y le dio con un listón metálico en la cabeza.
En este juicio, los delitos que se le imputaban al acusado eran los de quebrantamiento de medida cautelar, atentado y lesiones. Se conformó con una pena de tres meses de prisión por el primero, seis meses más por el segundo y otros seis por el tercero. La fiscal aplicó una eximente incompleta por un trastorno que padece el acusado, que ya había sido juzgado con anterioridad, entre otras cosas, por amenazar a su sobrina.
Estos hechos fueron calificados por la fiscal como un delito de lesiones y una falta de amenazas, por los que el acusado se con formó con una pena de 30 días de trabajos en beneficio de la comunidad y cuatro días de localización permanente; así como el alejamiento de sus hermanas.
El otro juicio estaba relacionado con el quebrantamiento de la orden que le impedía acercarse a menos de un kilómetro de su sobrina o comunicarse con ella. La acusación mantenía que, en agosto de 2006, a sabiendas de la existencia de esta medida cautelar, el procesado se acercó a la joven en la fiesta de Arcos. La joven llamó a la Guardia Civil y el acusado, al ver a los agentes, huyó, si bien fue detenido cinco días después en la casa de su madre. Fue entonces cuando, según la fiscal, se abalanzó contra un agente de la Guardia Civil y le dio con un listón metálico en la cabeza.
En este juicio, los delitos que se le imputaban al acusado eran los de quebrantamiento de medida cautelar, atentado y lesiones. Se conformó con una pena de tres meses de prisión por el primero, seis meses más por el segundo y otros seis por el tercero. La fiscal aplicó una eximente incompleta por un trastorno que padece el acusado, que ya había sido juzgado con anterioridad, entre otras cosas, por amenazar a su sobrina.
