Acepta 34 meses de cárcel por atracar la gasolinera de O Pino

photo_camera La estación de servicio afectada por el atraco. El autor esgrimió una tijeras, que dejó abandonadas.// FOTO: ÓSCAR PINAL
Intimidó a la empleada con unas tijeras tras cubrirse con una camiseta con dos agujeros en los ojos

 Miguel Ángel B.V., de 57 años, aceptó ayer en el Penal 2 de Ourense dos años y diez meses de cárcel por delitos de robo con intimidación y atentado en la estación de servicio de O Pino, situada en una margen de la carretera de Vigo (N-120) a su paso por la ciudad.


El ministerio fiscal, que inicialmente solicitaba seis años de prisión (cinco por el robo y 1 por el atentado), rebajó la petición al reconocer el acusado los hechos y, además, tener en cuenta el atenuante de drogadicción.


Los hechos enjuiciados se remontan a las 03,40 horas del 19 de julio del año pasado cuando, según el ministerio fiscal, Miguel Ángel B.V., se tapó la cara con una camiseta dejando dos agujeros a la altura de los ojos, cubriéndose con otra  un tatuaje que tiene en uno de los brazos. Acto seguido, según el mismo reconoció durante la vista esgrimió una tijeras con las que se dirigió a la empleada al tiempo que le exigía: "Dame todo el dinero y mételo en una bolsa".


La trabajadora cogió una bolsa con el logotipo de la estación de servicio y metió dentro todo el dinero que había en la caja registradora. Pero al atracador le pareció poco el botín, dado que antes de darse a la fuga a pie, exigió a la empleada que le entregara también su teléfono móvil.
Acto seguido, el acusado abandonó el lugar tras arrojar la tijeras al suelo.


Al lugar acudió una patrulla de la Policía Nacional, que localizó A Miguel Ángel B.V. a escasa distancia, en la rúa Castedona, aunque este, según reconoció en la vista, ante la presencia policial, se deshizo de la bolsa con el dinero. Los agentes, una vez que lo identificaron, le hallaron en el bolsillo del pantalón 255 euros. Durante una inspección en el lugar en que fue detenido, los agentes también encontraron la camiseta que utilizó en el atraco y el teléfono móvil de la trabajadora.


El botín sustraído, según el ministerio público, suman un total 698,67 euros, pero los agentes no llegaron a recuperar 339,27 euros.
El acusado, durante la detención, opuso resistencia, llegando, según él mismo reconoció, a lanzar puñetazos e insultar y amenazar a los agentes, ante lo que aceptó 4 meses de cárcel por un delito de atentado. Miguel Ángel permanece desde entonces en la cárcel de Pereiro. 

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