Adriana Araújo Armesto aceptó ayer ante el Juzgado de lo Penal número 1 de Ourense una pena de un año de cárcel, así como una multa de 300 euros, al confesarse autora del delito de tráfico de drogas que le atribuía el ministerio público.
Araújo Armento, según reconoció, portaba el 2 de mayo de 2011 en su bolso un total de 'cinco bellotas y media' de resina de cannabis (hachís), con el fin último de proceder a la venta de este estupefaciente a otras personas.
La droga, que fue incautada por los agentes, podría adquirir en el mercado ilegal un valor económico de 277,63 euros.
Asimismo, el bolso en el que la encausada portaba la droga, según sostenía el fiscal en su escrito de acusación, contenía la cantidad de 40,27 euros, dinero que procedería del tráfico de estupefacientes.
Gracias al acuerdo de conformidad al que llegaron ayer las partes personadas en el proceso judicial, Adriana Araújo consiguió rebajar su condena en un año, dado que el fiscal solicitadaba inicialmente una condena de dos años de prisión para ella, además de una multa mayor -de 550 euros-.
Por último, también ayer fue enjuiciado en este mismo órgano judicial por un delito similar Miguel G.G., quien se enfrenta a seis meses de cárcel, así como a una multa de 5.000 euros. Fue juzgado por cultivar en agosto de 2011 un total de 61 plantas de cannabis en una finca contigua a la casa de sus padres, en Pereiro.
La droga, que fue incautada por los agentes, podría adquirir en el mercado ilegal un valor económico de 277,63 euros.
Asimismo, el bolso en el que la encausada portaba la droga, según sostenía el fiscal en su escrito de acusación, contenía la cantidad de 40,27 euros, dinero que procedería del tráfico de estupefacientes.
Gracias al acuerdo de conformidad al que llegaron ayer las partes personadas en el proceso judicial, Adriana Araújo consiguió rebajar su condena en un año, dado que el fiscal solicitadaba inicialmente una condena de dos años de prisión para ella, además de una multa mayor -de 550 euros-.
Por último, también ayer fue enjuiciado en este mismo órgano judicial por un delito similar Miguel G.G., quien se enfrenta a seis meses de cárcel, así como a una multa de 5.000 euros. Fue juzgado por cultivar en agosto de 2011 un total de 61 plantas de cannabis en una finca contigua a la casa de sus padres, en Pereiro.
