TRIBUNALES

Un conductor con un alijo de heroína alega que no era suya

Ourense. 28-10-2015.Juicio tráfico de drogas. Paz
photo_camera Francisco Javier Vázquez Gómez, ayer en la vista desarrollada en la Audiencia.

El fiscal pide casi nueve años de prisión por los 3,4 kilos hallados bajo el asiento de un coche de alquiler

Francisco Javier Vázquez Gómez no se explica cómo llegó al coche de alquiler en el que viajaba los siete paquetes con un total de 3,4 kilogramos de heroína que halló la Policía Nacional bajo el asiento del copiloto el 19 de noviembre de 2014 cuando le dio el alto en la A-52 a su paso por Trasmiras, aprovechando un control rutinario de velocidad.

El inculpado aseguró ayer en el juicio desarrollado en la Audiencia que viajaba a Madrid para dirigirse a un congreso de robótica ya que estaba sin trabajo. En el interrogatorio, mostró su extrañeza de que la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de Vigo fuera a tiro fijo a buscar debajo del asiento.

Además, se mostró "muy extrañado" porque los agentes de la Policía Nacional "fueron directos a mirar debajo del asiento del conductor". El abogado defensor insistió en la existencia de "dudas razonables" sobre quién pudo haber puesto la droga en ese lugar, y destacó la posibilidad de que el alijo pudiera haber sido colocado por otra persona, ya que se trata de un concesionario que se ha visto inmerso en otros casos de tráfico de estupefacientes. De hecho, resaltó que ninguno de los agentes que participaron en el operativo había visto a su cliente portar una maleta o bulto que confirmara que él había sido el que había colocado la heroína.

Para reforzar su teoría, también se mostró "extrañado" de que el dueño de la empresa concesionaria no hubiera denunciado la desaparición del coche, que fue alquilado para un día pero que después de la detención del acusado estuvo retenido en la Comisaría de Policía de Ourense al menos seis días más.

Por estos motivos, considera que "existe una duda más que razonable" y ha pedido la libre absolución de su cliente.


Delito agravado

Sin embargo, el fiscal se solicitar ocho años y ocho meses de prisión, así como una multa de 800.000 euros para el acusado, y lo hizo basándose en la "notoria importancia" del alijo: 3.450 gramos de heroína de una pureza entorno al 36%, cuyo valor en el mercado hubiera sido de 222.460 euros.

El acusador público considera probado que el acusado "era plenamente consciente de lo que iba a hacer" y que así lo revela su comportamiento al volante, tomando precauciones para no ser seguido o reduciendo la velocidad de forma sospechosa cuando fue superado por el coche en el que iban los agentes policiales.

También ha mostrado sus dudas sobre la teoría del sospechoso de que iba en busca de trabajo, ya que "la Policía no encontró ninguna maleta ni bolsa en el maletero del vehículo" y el acusado tampoco portaba ningún teléfono móvil.

Para el fiscal se trata de un comportamiento muy habitual entre quienes realizan los trayectos con estupefacientes, que evitan llevar móviles para ser situados por las fuerzas de seguridad. Considera que si estaba buscando trabajo no es entendible que no portara ningún móvil con el que llamar o responder a llamadas de posibles ofertas.

Tras varios meses de control y seguimiento a diversas personas en el marco de otra operación antidroga, la Udyco llegó hasta un viejo conocido -Vázquez Gómez estuvo en prisión provisional dos años por otra causa de droga- del cual sospecharon que podría estar transportando heroína hasta Madrid.

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