Dos de los tres acusados que ayer se sentaron en el banquillo de la Audiencia como presuntos autores de un asalto a un chalé en O Cumial, en el que robaron diversos objetos y dejaron encerrada a la propietaria, reconocieron su participación. Ambos negaron, además, la implicación de un tercer imputado (cuyo hermano, menor de edad, fue condenado por estos hechos). La fiscal solicita para los dos primeros 11 años de prisión y para el tercero, que también lo niega, 16 años de cárcel. El juicio sigue hoy.
Helder Fernando O.G. y Roberto Camilo M.M. admitieron ayer ante el tribunal de la sección segunda de la Audiencia su participación en el atraco a un chalé de O Cumial, cuando estaba la propietaria en su interior, en agosto del año pasado. A diferencia de lo que habían afirmado en algunas de sus declaraciones de la fase de instrucción, los dos acusados negaron en el juicio cualquier implicación de Eduardo G.B., quien está imputado no sólo por el atraco y la detención ilegal de la dueña de la vivienda sino también por tráfico de drogas y tenencia ilícita de las armas empleadas en el asalto.
Así, Helder O.G. se reconoció como el propietario de las dos pistolas que utilizaron para intimidar a la víctima. 'Eran de mi abuelo, que era cazador. Las traje de Portugal y las tenía escondidas en el monte', aseguró al tribunal. Afirmó también que en el atraco participaron con él 'Roberto (Camilo M.M.) y dos colegas míos portugueses', a los que se habrían encontrado por casualidad en Ourense el día de los hechos. Este acusado relató, asimismo, que había trabajado para el propietario de la casa y que incluso había realizado alguna obra en la misma, por lo que conocía perfectamente la vivienda y a sus dueños. 'Estando de baja, me despidió', explicó; motivo por lo que acabó viviendo en casa de Eduardo G.B., al igual que el otro acusado.
Roberto Camilo M.M. declaró que el atraco se decidió ese mismo día por la mañana cuando él y Helder estaban 'tomando coca, fumando porros y bebiendo. Me planteó hacer un robo y me comentó que tenía un jefe que podía tener dinero y le guardaba rencor porque lo despidió'. Según él, 'nunca pensamos que iba a haber gente' en el piso y aseguró que 'yo no la encerré (a la víctima). Escuché el teléfono y salí corriendo porque pensé que se había activado la alarma y venía la Policía'.
Mientras, Eduardo G.B. declaró que cuando se produjo el atraco 'estaba durmiendo'. Reconoció que los gorros y los guantes empleados por las cuatro personas que participaron en el atraco eran los que utilizaba 'para las ferias', ya que se dedica a la venta ambulante. Dijo que no consumía ni vendía droga y que la cocaína hallada en el registro policial no era suya. De la planta de marihuana del entorno de su vivienda aseguró que 'era macho y no valía para fumar. Me entusiasmaba tener una de esas'.
Así, Helder O.G. se reconoció como el propietario de las dos pistolas que utilizaron para intimidar a la víctima. 'Eran de mi abuelo, que era cazador. Las traje de Portugal y las tenía escondidas en el monte', aseguró al tribunal. Afirmó también que en el atraco participaron con él 'Roberto (Camilo M.M.) y dos colegas míos portugueses', a los que se habrían encontrado por casualidad en Ourense el día de los hechos. Este acusado relató, asimismo, que había trabajado para el propietario de la casa y que incluso había realizado alguna obra en la misma, por lo que conocía perfectamente la vivienda y a sus dueños. 'Estando de baja, me despidió', explicó; motivo por lo que acabó viviendo en casa de Eduardo G.B., al igual que el otro acusado.
Roberto Camilo M.M. declaró que el atraco se decidió ese mismo día por la mañana cuando él y Helder estaban 'tomando coca, fumando porros y bebiendo. Me planteó hacer un robo y me comentó que tenía un jefe que podía tener dinero y le guardaba rencor porque lo despidió'. Según él, 'nunca pensamos que iba a haber gente' en el piso y aseguró que 'yo no la encerré (a la víctima). Escuché el teléfono y salí corriendo porque pensé que se había activado la alarma y venía la Policía'.
Mientras, Eduardo G.B. declaró que cuando se produjo el atraco 'estaba durmiendo'. Reconoció que los gorros y los guantes empleados por las cuatro personas que participaron en el atraco eran los que utilizaba 'para las ferias', ya que se dedica a la venta ambulante. Dijo que no consumía ni vendía droga y que la cocaína hallada en el registro policial no era suya. De la planta de marihuana del entorno de su vivienda aseguró que 'era macho y no valía para fumar. Me entusiasmaba tener una de esas'.
