El fiscal integra a los inculpados en un grupo criminal que sustraía joyas, dinero y bolsos caros
La operación Destroyer de la Guardia Civil desmanteló en 2016 una de las bandas especializadas en robo en viviendas del rural más activa del último lustro y que, según los investigadores, actuaba en Ourense y hasta en un ocasión, a mediados de enero, se desplazó a la provincia de Pontevedra para ampliar su radio de acción. Dos años después, las diligencias sumariales practicadas por el Juzgado de Instrucción 3 de la ciudad han concluido. Siete personas están acusadas de integrar un grupo criminal para delinquir. A cuatro de ellos también se les imputa un delito de robo continuado en casa habitada -Gregorio Alexander R.L., Joel Aneurys M.F., Kelly Alexander A.A., todos ellos dominicanos, y Víctor P.M- mientras que a Yesenia del Carmen C.L., Angélica María A.G. - también dominicanas-y Clairy Magdalena G.R., receptación (las encargadas de vender los objetos sustraídos a sabiendas de su procedencia ilícita). A las dos últimas, el ministerio público también les imputa uso de documento de identidad falso, el que utilizaban para la venta de las joyas y no dejar rastro. Cuatro de los siete estuvieron en prisión provisional por estos hechos.
Los inculpados vivían en tres pisos de las ciudad, en donde apareció buena parte del material robado, sobre todo joyas. Los encargados de esta investigación constataron que el grupo seguía un mismo patrón de conducta: recorrían en varios vehículos los municipios para observar y vigilar los movimientos y costumbres de los moradores de aquellas casas aparentemente pudientes. Cuando se cercioraban de que las viviendas quedaban vacías, accedían a su interior, casi siempre forzando las ventanas, para hacerse con dinero en efectivo, joyas, bolsos de marca y algún que otro ordenador. Era lo único que tenía interés para los cuatro asaltantes.
El fiscal responsabiliza a esta banda de 20 robos en Pontevedra -Salvaterra do Miño- y, sobre todo en Ourense, en pueblos de Pereiro de Aguiar, Nogueira de Ramuín, San Cibrao das Viñas, Xinzo, Bande, Porqueira y Carballiño, todos ellos perpetrados entre el 22 de diciembre de 2015 y marzo de 2016.
Hubo casas en las que el botín fue sustancioso. En una situada en Saceda, en Nogueira de Ramuín, las joyas robadas fueron valoradas en 31.000 euros y en otra casa de San Benito (Pereiro de Aguiar) se llevaron alhajas por 10.000 euros, según destaca el fiscal. En una casa unifamiliar de Carballiño, supuestamente se hicieron con un botín de 5.300 euros y joyas de oro tasadas en 12.250 euros por los propietarios.
La acusación pública reclama las mayores penas para Gregorio Alexander, Víctor, Joel Aneurys y Kelly Alexander: hasta seis años de cárcel. Para las supuestas receptadoras le pide dos años de prisión. En el caso del uso de documento de identidad falso, ocho meses más de cárcel y cuatro meses multa a razón de 10 euros al día (Angélica María y Caliry Magdalena).
Los letrados de los inculpados piden la absolución
Los letrados de todos los inculpados reclaman su absolución al no reconocer las infracciones penales que relata el ministerio público. Según dicen, "el relato del fiscal no se ajusta a la realidad de los hechos y así se probará en la vista oral".
El juicio, que se prolongará durante varios días por la abundante testifical, se celebrará a lo largo de este año en el Juzgado Penal 1 de Ourense (pendiente de fecha).
