Investigan los robos en casas de conocidos empresarios y profesionales en el entorno de la ciudad

Cinco agentes de elite se instalan en Ourense para esclarecer los sucesivos asaltos a chalés

El asalto a la casa del conocido empresario Justino Barbosa, en febrero, también era protagonizado por un grupo de encapuchados.
Un grupo de elite de la Guardia Civil se ha instalado esta semana en la Comandancia de Ourense para hacerse cargo de las investigaciones de los sucesivos asaltos que se han producido en las últimas semanas en chalés de determinadas urbanizaciones del entorno de la ciudad, perpretrados, según fuentes oficiosas, siguiendo el método de los producidos en A Coruña y Vigo. Las víctimas en Ourense han sido conocidos profesionales y empresarios con casas en el Club Tenis Ramirás, Santa Cruz o Monterrei.
Asaltos en chalés del Club Tenis Ramirás, en casas y establecimientos de Santa Cruz de Arrabaldo y en viviendas de otras urbanizaciones del entorno de la ciudad, como pudiera ser Monterrei. La proliferación de robos en estos lugares, que siguen el ‘modus operandi’ de los perpetrados en casas y urbanizaciones de lujo de A Coruña y Pontevedra, ha obligado a la Guardia Civil a desplazar a Ourense, como también a esas dos ciudades gallegas, a un grupo de elite de cinco agentes, procedentes de Madrid, que instalarán su base en la Comandancia de Ourense, donde permanecerán hasta que resuelvan los casos y puedan detener a los autores de los asaltos.

De hecho, los agentes pertenecen al grupo especial de la denominada Unidad Central de Operaciones de la Guardia Civil y están integrados en el equipo que será desplegado también en A Coruña y Pontevedra para atajar los asaltos a viviendas que, además de Ourense, se están registrando en ambas provincias, donde se ha creado una fuerte alarma social.

En Ourense también se han producido sucesivos asaltos aunque apenas han trascendido. Según fuentes no oficiales consultadas por este diario, en las últimas semanas casas de conocidos profesionales y empresarios de Ourense han sido objeto de asaltos de una banda que llegó a robar hasta dos veces en algunos chalés, y que han ocasionado una gran alarma entre los habitantes de urbanizaciones de alto poder adquisitivo del entorno de la ciudad. Se trata de robos -el último podría haberse producido ayer mismo por la tarde aunque tampoco ha habido información oficial al respecto- que suelen ser cometidos al atardecer y con gran rapidez. Fuentes oficiosas han precisado que en la mayoría de los casos se producen en ausencia de los propietarios de las casas, ya que normalmente son segundas residencias que se ocupan los fines de semana.

Con todo, los asaltos también se han extendido a algún restaurante de la zona de Santa Cruz de Arrabaldo y a una gasolinera, aunque las autoridades mantienen un silencio estricto pese a las denuncias presentadas.

Según estas mismas fuentes, la investigación realizada hasta el momento no ha arrojado luz sobre los autores de los asaltos, de ahí la presencia de ese grupo de elite, que también buscará la conexión de los atracos cometidos en la ciudad con los perpretados por encapuchados en las últimas semanas en domicilios de personas de la tercera edad en Montederramo, Baños de Molgas y Barbantes (Vilamarín), esta zona última muy cerca, precisamente, de Santa Cruz y Ramirás, que parece haberse convertido, por encima de otros lugares, en el principal objetivo de los atracadores.

Hay que destacar que los asaltantes no dejaron huellas y, según los datos que maneja la Comandancia de la Guardia Civil de Ourense, podrían actuar en cualquier momento, dado que no están identificados y se desconoce si tienen domicilio en la provincia o pertenecen a una banda organizada que se mueve por todo el territorio nacional. Lo único que parece claro es que tienen contactos en las zonas en que se produjeron los robos, para conocer la situación económica de sus futuras víctimas y detalles de las residencias que poseen.

Agentes policiales examinaron ya diversos establecimientos con cámaras de vigilancia en su exterior, cerca de los lugares donde están las casas asaltadas, para tratar de identificar a los autores de los robos, sobre los que apenas existen pistas.

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