David Ferrón cambia su versión y dice no conocer a la mujer que apareció muerta en O Rodicio

Alega que se inculpó en un homicidio por presión policial

David Ferrón Rodríguez, acusado de matar a una vecina de O Pino el 6 de abril de 2007 pero que fue hallada 22 días después calcinada dentro de un bidón en los montes de O Rodicio (Xunqueira de Espadañedo), se desdijo en la primera sesión del juicio por jurado de la versión ofrecida ante la Guardia Civil cuando testificó como inculpado.
Ayer optó por declararse inocente y alegar que cuantos datos proporcionó en su momento a los agentes asumiendo la autoría del crimen 'los inventé'. Aunque circunstancialmente, todo lo que aseguró haber inventado el día en las horas siguientes a su detención -el 30 de agosto de 2007-, sucedió. ¿Por qué asumió entonces el crimen? 'En ese momento, me acordé de decir eso para cubrir a mi primo Jorge Acuña -novio de Francelina Rodríguez, la víctima, de nacionalidad portuguesa y 39 años de edad- y para que me dejaran tranquilo'.

El acusado, que se había autoinculpado en presencia de su abogado, aseguró que después de tres días en el cuartel se sintió presionado por los agentes. 'No me daban de comer, ni de deber y me despertaban de madrugada, diciéndome que confesase.' Ciertas o no esas condiciones -en todo caso negadas por la Guardia Civil- consta que confesó que después de dejar en su coche a su primo Jorge en casa, se disponía a hacer lo mismo con la novia de éste, Francelina, cuando ésta, según la primera declaración del acusado, se prestó a desnudarse si le daba 300 euros. Él se incomodó y la agarró por el cuello durante varios minutos, produciéndole la muerte. Este tipo de muerte, ayer, aseguró habérsela inventado. Pero lo cierto es que murió así. También inventó que envolvió el cuerpo en un saco de plástico de color azul, usado en la vendimia, y lo cierto es que la Policía Científica de la Guardia Civil halló en el cráneo calcinado de la víctima restos de plástico azul. David Ferrón inventó que la quemó con aguarrás, y los agentes detectaron la presencia de este elemento en el bidón.

Ante este cúmulo de casualidades contrarias a sus intereses, el encausado aseguró que parte de la información que trasladó a la Guardia Civil en agosto de 2007, tras sus detención, 'la había leído en los periódicos', cuando el cuerpo de Francelina fue hallado por un vecino del lugar. Agentes del instituto armado señalaron ayer que a los medios sólo se les había facilitado información sobre el paraje en el que apareció el cuerpo; en ningún caso 'la sustancia en la que fue disuelta, los restos de plástico azul y el modo en que murió'.

La declaración de Jorge Acuña, aquejado de un retraso mental, además de contradecir al acusado -que en su versión de ayer negó haber visto a Francelina el día de su muerte- incidió en un nuevo aspecto de interés, al confirmar que el encausado y su novia se conocían desde hacía años y David Ferrón -que negaba ese extremo- estaba obsesionado con ella. 'Francelina me decía que David era un plasta y que quería tener una relación con ella'. El día de los hechos, mientras los tres tomaban un café, 'vi como intentó meterle mano'. Madre y hermana de la víctima abundaron en que Ferrón acosaba a su hija y la llamaba por teléfono para tener una relación con ella, que 'era muy inocente y manipulable'.

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