Las aguas del río Barbaña a su paso por la ciudad, en concreto por la zona de la calle Avilés de Taramancos, volvieron a aparecer turbias en la mañana de ayer.
Esta circunstancia alertó a vecinos y paseantes, que la pusieron en conocimiento de la Confederación Hidrográfica, ante la sospecha de que pudiese tratarse de un nuevo vertido contaminante. Técnicos de la administración hidráulica se personaron en la zona para realizar la recogida de muestras del agua y la toma de imágenes. En todo caso, según una primera valoración, la turbiedad que presentaba el río parecía causada por el arrastre de materiales de la red de pluviales, debido a las intensas lluvias caídas a lo largo de la madrugada entre el domingo y el lunes.
En todo caso, los técnicos del organismo hidrográfico trasladaron las muestras recogidas al laboratorio para su análisis, cuyo resultado se prevé que esté disponible en los próximos dos días.
Hechos como éste no son aislados, ya que las deficiencias en la red de saneamiento motivan que en ocasiones lleguen al río aguas domésticas o pluviales sin tratar. A estos vertidos se suman otros procedentes de la depuradora de San Cibrao, con problemas para tratar aguas procedentes de las zonas industriales, y que han motivado la apertura de varios expedientes sancionadores.
En todo caso, los técnicos del organismo hidrográfico trasladaron las muestras recogidas al laboratorio para su análisis, cuyo resultado se prevé que esté disponible en los próximos dos días.
Hechos como éste no son aislados, ya que las deficiencias en la red de saneamiento motivan que en ocasiones lleguen al río aguas domésticas o pluviales sin tratar. A estos vertidos se suman otros procedentes de la depuradora de San Cibrao, con problemas para tratar aguas procedentes de las zonas industriales, y que han motivado la apertura de varios expedientes sancionadores.
