Los inquilinos dejan en segundo plano la calidad y condiciones de la vivienda, primando sobre todo que la renta se adapte a su presupuesto

Los alquileres se estancan en un precio medio de 400 euros

El mercado del alquiler permanece en una situación estable en la provincia, con un precio de entre 4,55 y 5,10 euros por metro cuadrado. De hecho, el piso medio, de unos 85 metros cuadrados, tiene una renta mensual de entre 400 y 450 euros. Así lo refleja un estudio de la Asociación de Inmobiliarias de Ourense (Adeido), que apuntan que Ourense es la provincia más barata de Galicia a la hora de arrendar un piso y se encuentra entre las cinco más económicas de España.
La entidad ha estudiado el perfil de demandantes de viviendas en alquiler en Ourense, que muestra que casi la mitad de los arrendatarios tienen entre 25 y 35 años, y están casados o en pareja (en el 40% de los casos), aunque seguidos de cerca por los solteros (36%). En cuanto a la actividad laboral, predominan los que tienen trabajos circunstanciales o temporales (20%), seguido de personas con contratos indefinidos (17%) o funcionarios (14%). Asimismo, la mayoría tiene una antigüedad de entre uno y dos años en su empleo, y su salario está entre los 1.000 y 2.000 euros.

El criterio fundamental que tienen en cuenta los inquilinos a la hora de elegir el piso es el presupuesto disponible. En este factor sí se nota un cambio relevante con respecto a lo que se demandaba antes de la llegada de la crisis económica, ya que entonces, además de primar la cercanía al puesto de trabajo, se tenía muy en cuenta la calidad y las buenas condiciones que ofreciese la vivienda, en particular el estado del mobiliario. En la actualidad, la proximidad al lugar de trabajo continúa siendo relevante, pero otros factores ya no se tienen en cuenta en la misma medida: 'La gente lo que mira es el presupuesto', señala Benito Iglesias, presidente de Adeido, quien manifiesta que 'alquilar un piso por encima de 500 euros es complicado'. En todo caso, las diferencias de precio en la bolsa de viviendas en alquiler en Ourense no son muy elevadas, lo que hace que cuantías del orden de 50 euros puedan ser determinantes a la hora de decantarse por un piso e incluso motivar que un inquilino se traslade de un inmueble a otro si puede ahorrar, dejando la calidad en un segundo plano.

Además, en todos los contratos se solicita justificante de ingresos y en un 45%, aval o póliza de seguro ante impagos y desperfectos.


EVOLUCIÓN

El sector prevé que el mercado de alquiler se mantenga de aquí a final de año, aunque ya a partir del próximo ejercicio podría haber cambios, derivados fundamentalmente del nuevo plan de vivienda y de las medidas dirigidas a impulsar el alquiler. Así, los agentes inmobiliarios consideran que el arrendamiento de vivienda mostrará una tendencia creciente, no sólo por las dificultades para acceder a créditos hipotecarios, sino por la inestabilidad laboral derivada de la crisis económica. De hecho, con el aumento de la movilidad por razones de trabajo, es más sencillo cambiar de vivienda si está alquilada que si es en propiedad. Además, el importe de la renta de alquiler no es tan gravoso como la compra de un piso, que supone un desembolso inicial importante y, además, el alquiler no podrá subir por encima del IPC, mientras la hipoteca puede variar notablemente en función de los tipos de interés.

Por otra parte, hoy mismo se prevé que el consejo de ministros dé su visto bueno al anteproyecto de Ley de Medidas para la Flexibilización y Fomento del Mercado de Alquiler. 'Desde el sector esperamos que contribuya a dar seguridad jurídica a los propietarios para que la vivienda desocupada salga al mercado, flexibilizando y dinamizando el mercado, y que bajen los precios', sostiene Benito Iglesias. La normativa establece un nuevo marco de relaciones entre propietarios e inquilinos. Entre las principales novedades, destaca que agilizará los desahucios en caso de impago, para lo que sólo se necesitará un requerimento notarial o judicial, y no una sentencia. Asimismo, se facilitará al arrendador la recuperación de su inmueble para usarlo como vivienda habitual tras un año de contrato, notificándolo con dos meses al inquilino.

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