Más de cien personas se concentran para impedir la demolición de la casa de Rosa Alonso y Miguel Fernández
Más de 30 policías rodean desde primera hora de la mañana la casa de Reza que debe derribarse por una orden del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG). Los agentes acordonan los alrededores de la propiedad a la que acudieron decenas de personas para mostrar su solidaridad con Miguel Fernández y Rosa Alonso, los propietarios de la casa, y se produjeron algunos momentos de tensión, sin llegar a enfrentamientos. La orden de deribo tendría que ejecutarse a las nueve de la mañana, cumpliendo así una sentencia que determina que la casa se levantó sin licencia sobre suelo rústico. Representantes del colectivo Stop Deshaucios participan también en la concentración para impedir que la demolición de la casa. Mientras, el abogado de la familia afectada apura los últimos trámites para intentar paralizar la orden judicial.
El juzgado aclaró ayer tarde mediante una nota que la edificación no se puede legalizar porque no tenía vinculación con un uso agropecuario y excedía de la edificabilidad máxima permisible. Añade que el Concello de Ourense ordenó la demolición en varias resoluciones firmes y que, posteriormente, amparándose en un nuevo plan de urbanismo, dio licencia de legalización. Este plan fue anulado por sentencia del TSXG, lo que conllevó la anulación de la licencia.
Durante los últimos días varios artistas colocaron sus obras en la casa, a modo de museo, con el fin de sensibilizar a la sociedad contra el derribo del inmueble.
