PASÓ LO QUE PASÓ

Los animales nos dan lecciones

La fuente de Bispo Cesáreo, atrapada por el árbol navideño. MARTIÑO PINAL
photo_camera La fuente de Bispo Cesáreo, atrapada por el árbol navideño. MARTIÑO PINAL
Antonio Nespereira repasa la actualidad de la semana en Ourense con "Pasó lo que pasó"

Una picadora de la actualidad 

La actualidad publicada cabalga a tal velocidad que medios y redes sociales nos estamos quedando en labores de compostaje. Nada tiene reposo, sosiego reflexivo y muy poco análisis. Manda la superficialidad, el titular fácil y la polémica inmediata para envolverla en celofán, enviarla a las tertulias para que se la coman con el lacito del envoltorio. La pifia de Feijoo con la obra de Orwell ya es cosa de la política circular. Lo de los inmigrantes muertos en la valla de Melilla en junio quedaría para arqueólogos si la BBC no viniese a borrar las sonrisas del Gobierno y el rictus gélido del ministro Marlaska. Pero eso será papel mojado en días. El debate sobre la sedición, la malversación y las concesiones a los que se envuelven en la senyera empiezan a caer como fruta madura, como todo el ruido que han hecho algunos cadáveres como el de Queipo de Llano de paso que lo exhumaban. Le quedan dos o tres titulares a la ley del sí es sí y sus fallos garrafales en la gestión del texto legislativo. Por eso y por tantas otras cosas es mucho más gratificante salir del modo centrípeto de la actualidad madrileña para recalar en remansos mucho más placenteros, como los ourensanos, sin los sobresaltos de la jauría política que abre la boca para proferir el primer insulto a todo el orbe. Mucho mejor Ourense, insisto. Aquí nunca pasa nada. 

Sucesos

Quedan solo los sucesos para darnos los sobresaltos, para volver a cerrar los visillos después de husmear la desgracia ajena. Permanecen tras el felpudo de casa realidades con múltiples pliegues que son una enmienda a la totalidad de nuestro sistema de vida, educación y valores transmitidos. Tras lo efímero de la celebración de días contra el maltrato quedará el rastro del miedo de las víctimas, las investigaciones policiales y los estudios de los expertos que se preguntan por qué a estas alturas de siglo 356 mujeres deben ser protegidas en Ourense por la policía por ser víctimas de malos tratos. O que crezcan sin control las agresiones de hijos a sus padres, un palmario ejemplo de fracaso de modelos educativos, incapaces de preservar formas de vida que hasta respetan los animales y, por lo que se ve, ni sabemos imitar sus valores.

La culpa

Fuera de estas anómalas situaciones, que se mascan puertas adentro, por fuera Ourense recoge el agua de las precipitaciones, que es bendecida como la de la pila bautismal después de meses a palo seco. Confía a Naturgy (antes Gas Natural, Unión Fenosa y Fenosa) la gestión del cauce del Miño y cuando alivia se lleva por delante el termalismo de la Señorita Pepis que ahora defiende al alcalde.  Hace un mes hizo un pase de lencería en las pozas cuando reabrieron y ahora que están bajo el agua culpa a los otros alcaldes por la ubicación. Quizá no le dé tiempo pero él, con lo visionario que es, se ve capaz de cambiar el curso del río, como hacen los seres mitológicos, como es el caso. A los que culpa, por cierto, serán sus rivales en las elecciones municipales en mayo del año que viene en un duelo a dos con un tufo a tongo porque los rivales socialista y popular ya anticipan un pacto de no agresión pero sí de excomunión a Jácome, un apóstata de toda creencia que barrunta el crepúsculo. Muy arriesgado anticipar resultados pero él, a juzgar por sus hechos y sus desbarres, evidencia ese pavor, ese sinvivir de los que esperan sentencia. Aunque se crean inocentes.

Hágase la luz

Pero es pronto para el juicio final. De momento toca gozar de la vida, más ahora que se acerca la Navidad. Vivimos vísperas de alumbrado navideño en la ciudad a 600.000 euros la instalación, con estructuras recicladas de Andalucía. La ciudad va flipar con los arcos del Paseo, los anclajes en edificios protegidos y las fuentes cubiertas con las luminarias. No tengas la intención de cambiar una ventana en el casco viejo, que tendrás a los de Patrimonio llamando a la puerta. Es igual, eso a la peña se la bufa. Lo sustantivo este año también es asistir a ese debate de acomplejados alcaldes por ver quién la tiene (la luz) más larga, una discusión de excitados munícipes en el que participa también el de Ourense, que asegura que la suya está entre las mejores de España y Europa. La iluminación navideña, supongo.

AL PONER LA LUPA

MIGUEL ÁNGEL
MIGUEL ÁNGEL

Para muchos no solo el Friday es Black

Se nos acabó colando esto del Black Friday. El poder de los gigantes del consumo extiende su influencia y marca el ritmo de las compras. Como suele ocurrir en la sociedad de hoy este tipo de reclamos se hacen para motivar el gasto, no para canalizar su necesidad aprovechando los descuentos. Gasta, aunque no lo necesites, vienen a decir. Los comerciantes, con la habitual división de opiniones, falan da feira según lle vai nela, que dice el refrán. Sin embargo, una información de este periódico ayer sábado, demostraba el anverso y el reverso social en el que mos movemos. Mientras en los comercios se despachaba mercancía, en entidades como el Banco de Alimentos se iniciaba la llamada Gran Recogida para cubrir las necesidades de cientos de familias que urgen lo básico, comer. Los responsables de esta entidad echaban de menos más voluntarios para la campaña, que cada vez debe atender a más gente que no solo tienen black el friday, sino el resto de la week.

EL PORTAFOTOS

Mari Carmen Canal es el elemento nuclear de Aceites Abril, un cargo no reconocido en los estatutos sociales de las empresas, pero perfectamente reconocible sin tener que dar muchas explicaciones sobre su significado. Ella y su familia, los Pérez Canal, han sido distinguidos con el premio Familia Empresaria, que concede cada año la Asociación Galega de Empresa Familiar. La compañía, creada en 1962 por José Pérez Delgado, marido de Mari Carmen, es el ejemplo del tesón, la fe en el proyecto y la implicación de padres e hijos. Hoy Aceites Abril está en 60 países, tiene 1.600 referencias y produjo el año pasado 200 millones de litros de aceite en sus instalaciones del polígono de San Cibrao. Ella gusta de caminar por la zona de sombra, sin demasiada exposición pública, apostando por la discreción y dejando a sus hijos el timón de una empresa de mucho porte. Eso no implica que dé la espalda a una realidad compleja, como la de madre y empresaria. No debe ser sencillo haber tomado decisiones estratégicas con el juicio salomónico de madre y líder empresarial. La fórmula para triunfar en ambas situaciones quizá sea un secreto, como el de los buenos guisos de nuestras madres. Con buen aceite, claro.

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