Las Aulas da Terceira Idade arrancaron ayer el curso en un acto en el que se dio la bienvenida a sus alumnos. La ilusión que desprenden ante una actividad que les ayuda a combatir la soledad es modélica.

Aprender no tiene edad, pero sí sexo

El alumnado, mayoritariamente femenino, dio la bienvenida al curso con mucha ilusión. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
El curso 2013/14 arrancó ayer para 203 alumnos y alumnas de la ciudad. Estos estudiantes tienen las mismas ganas, o más, de aprender que los demás; una actitud respecto a los nuevos conocimientos ejemplar, y unos deseos máximos de hacer nuevos compañeros y amigos. La única diferencia: son nuestros mayores.
Las sensaciones de los alumnos que vuelven al 'cole' son más que positivas. Muchos provienen de experiencias de cursos anteriores y se quedaron con las ganas de repetir, mientras que otros llegan este año convencidos por amigos, vecinos o conocidos. El 'boca a boca' está siendo la clave de que el éxito de estas Aulas da Terceira Idade.

Sorprenden en los datos del alumnado la inmensa mayoría de matriculación femenina. Hasta el momento, sólo 16 de los alumnos son varones, y siete de ellos participan junto a sus esposas. 180 de los inscritos ya han participado el pasado año en las aulas, con lo que sólo 23 'novatos'.

'Es un punto de encuentro de inquietudes que fuimos postergando con el tiempo, y además ayuda a socializarse a mucha gente que está sola o enviuda', explica Carmen Ropero, alumna de Francés, Memoria y Yoga, que lleva más de diez años asistiendo a estas clases. 'Empecé hace tres años, cuando me quedé viuda, y estoy muy contenta, porque me ha servido para hacer grandes amigas', resume Ignacia Vázquez, que después de haber asistido a clases de Psicología y Memoria, este año se ha matriculado en Historia del Arte. 'No se puede quedar uno quieto, hay que hacer algo en la vida, y estas aulas te lo permiten', defiende María del Carmen Suárez, que repetirá su gran experiencia en las clases de Inglés del pasado año. 'Hay un ambiente de amistad y compañerismo fenomenal entre muchas personas de nuestra edad', subraya Manuel Conde, alumno de Literatura y Memoria.

El sentimiento de optimismo es recíproco entre los profesores de las 14 asignaturas, repartidas en cuatro bloques (salud, actividades físicas, actividades ocupacionales y ocio). María Rodríguez, profesora de Yoga, explica que 'así se dinamiza a la población mayor, que así es más feliz, está ocupada y sigue aportando cosas a los demás'. 'Da gusto ver cómo apuntan muchos datos para guardarlos y cómo hacen el trabajo en casa si se lo pedimos, nos transmiten numerosos valores, no sólo se los damos nosotros', sostiene Antonio González, profesor de Historia del Arte.

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