SEQUÍA

Ourense necesitaría un mes de lluvia continua para salir de la sequía

Ourense 31/8/2017, Arnoia, rio ARNOIA
photo_camera El río Arnoia, con el cauce casi vacío, a su paso por el concello de A Arnoia.(BELAY)

Los ríos Arenteiro, Avia y Arnoia discurren con el caudal más bajo en verano de la última década, mientras el Miño y el Sil registran el segundo peor registro, debido a la falta de precipitaciones

Tres de los principales ríos de la cuenca hidrográfica Miño-Sil en la provincia, Arenteiro, Avia y Arnoia, han registrado su caudal circulante más bajo de todos los meses de agosto de la última década. La falta de precipitaciones persistentes es la principal razón de la falta de llenado fluvial, ya que la provincia está viviendo el año más seco desde 1999, con 695 litros por metro cuadrado de precipitaciones, un 37% menos que el promedio histórico, situado en 1.096,9.

"Cuanto más tiempo haya ausencia de precipitaciones, más se agravará el problema", señala Carlos Ruiz del Portal, técnico de Planificación Hidrológica de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil (CHMS). La solución "no es inminente", aclara. Los 42 litros por metro cuadrado caídos durante este mes de agosto no son suficientes. "Para recuperar la normalidad en el año hidrológico que termina en octubre, deberían caer 15 l/m2 diarios durante todo el mes de septiembre", asegura.

Los registros de la CHMS son tajantes. Si el mes de septiembre no trae una cantidad "normal" de lluvias, este año podría convertirse en el más seco desde 1982, cuando comenzaron las mediciones de la institución.

Los ríos Arenteiro (a su paso por O Carballiño), Avia (en Leiro y Ribadavia) y Arnoia (A Arnoia) son los que más están padeciendo esta situación de sequía meteorológica, ya que acumulan la menor cantidad de agua circulante en un mes de agosto de los últimos diez años, algo que Ruiz atribuye "a que la provincia vive prácticamente el año más seco de la serie histórica".

DATOS DE AGOSTO

El río que más se resiente es el Arenteiro, a su paso por O Carballiño, que pierde tres cuartas partes del caudal circulante de agosto de2008, al pasar de los 0,43 metros cúbicos por segundo a los 0,10 registrados este año. También sufre el Arnoia, que cae desde los 0,89 a los 0,42 actuales. Ambos ríos registraron el mes que acabó ayer su valor mínimo estival de los últimos 10 años, al igual que el río Avia que, a su paso por Leiro, almacena 0,80 metros cúbicos por segundo, cuando en otros meses de agosto, como en 2012, eran 8,81. En Ribadavia, el Avia registra 1,15, muy por debajo de las cifras de los últimos cinco años, que se movían entre los 5 y 6 m3/s.

Hay cuatro veranos que acumulan caudales bajos, coincidentes con los de menor número de precipitaciones. Este 2017 ha sido el segundo con menos agua en circulación por los ríos de la provincia, con una media de caudal circulante de 77,42 m3/s cada mes.

La primera posición la ostenta 2011, con una media de 64,3 que, sin embargo, se encontró condicionado por la poca aportación hídrica procedente ese verano del embalse de Belesar, que fue vaciado por Gas Natural Unión Fenosa con el fin de ampliar su central hidroeléctrica. Más atrás están el 2015 (con 110) y 2012 (con 122).

CONSECUENCIAS

Los caudales bajos en los ríos de la provincia, como los que se registran en la actualidad, "afectan a la calidad del agua y al ecosistema y la biomasa", indica Ruiz del Portal. Unido a esto, la aparición de problemas de abastecimiento es otra de las consecuencias, sobre todo en los núcleos que captan de arroyos, o pozos subterráneos, por lo que Ruiz alerta del "impacto social y económico" que conllevaría que siga sin haber "lluvias persistentes".

Lo más preocupante, afirma Ruiz, es que "los vertidos se diluyen peor al haber menos caudal en circulación, y el agua se contamina con mayor facilidad". Algo como lo que pasa en el Barbaña, en el entorno de la depuradora de San Cibrao, donde la carencia de agua favorece la aparición de espuma tóxica, o en el Barbañica, donde ya han aparecido peces muertos este verano por la falta de líquido.

La lluvia que cae "va a los caudales de los ríos y, en parte, se infiltra en el subterráneo y se queda en la vegetación, por lo que influye también en manantiales y acuíferos", añade. Pese a todo, "el 75% de los ríos de la provincia" se encuentra en "buen estado ecológico", concluye. 

El río Miño, con el caudal estival más bajo desde 2011

A su paso por la ciudad, el río Miño registra en la actualidad el segundo caudal más bajo de la última década, con 57 metros cúbicos por segundo, solo por detrás, en este mismo mes, del año 2011, cuando circularon 41 m3/s. En O Barco de Valdeorras, la falta de lluvias pasa factura al Sil, que acumula la segunda cantidad más baja de agua en agosto de la última década, con 9,88 m3/s, solo superada por los 7,42 de 2015. 

Más preocupante es el caso del río Limia que, a su paso por Xinzo, permanece seco o con agua estancada, pero sin caudal circulante, una situación que se ha repetido durante todos los meses de julio y agosto desde 2008. 

La Oficina Técnica de la Sequía se reúne para evaluar si subir el nivel de alerta

La Oficina Técnica de la Sequía se reúne hoy en la sede de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil (CHMS) de Ourense para evaluar los datos de precipitaciones, así como los indicadores de los distintos embalses y ríos de la cuenca hidrográfica con el objetivo de dictaminar si mantiene la prealerta por sequía o, por el contrario, decide pasar al estado de alerta.

Las lluvias caídas  durante los últimos días han calmado la situación, aunque no han paliado los efectos de la falta de precipitaciones, por lo que la reunión de los técnicos con el presidente del organismo de cuenca, Francisco Marín, será clave para tomar una decisión, tras nueve meses en prealerta. 

En todo caso, ya se ha superado el récord anterior en esta situación en la cuenca Miño Sil, que se remonta al año hidrológico 2011-2012, en el que se llegó a permanecer durante seis meses consecutivos en prealerta, hasta la llegada de las lluvias torrenciales de esa primavera.

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