El director argelino afincado en Francia, Amor Hakkar, presentó en el OUFF su último trabajo cinematográfico, 'Quelques Jours de Répit' (Unos Días de Descanso), un filme con grandes posibilidades para eregirse como la gran triunfadora en la competición de largometrajes.
Tras el éxito de su anterior trabajo, 'La Casa Amarilla', Hakkar llegó a Ourense expectante por la respuesta del público que, según su director, busca la expresión de distintas formas de amor, como 'el buen amor, el mal amor, el amor entregado y no correspondido o el amor por unos ideales'. Y es que la película está cargada de un fuerte compromiso, que caló emocionalmente en los espectadores.
El trabajo del argelino, que 'nace a partir de un artículo de periódico', cuenta la historia de una pareja de homosexuales iraníes y de las dificultades con las que se encuentran para poder vivir su relación. Para ilustrar esta historia, en la que el propio Hakkar se pone en la piel de uno de los protagonistas (Moshen, 'por motivos de urgencia', confiesa el director) contó con la colaboración de la actriz Marina Vlady, una de las grandes intérpretes de la cinematografía francesa. La actriz desarrolla otro de los temas de la película, 'el miedo que puede tener una mujer de unos sesenta años a enamorarse', apunta el argelino.
Amor Hakkar destacó la necesidad de festivales comprometidos como el OUFF, al que llegó después de rechazar las invitaciones de otros festivales en Los Ángeles y Toronto.
El trabajo del argelino, que 'nace a partir de un artículo de periódico', cuenta la historia de una pareja de homosexuales iraníes y de las dificultades con las que se encuentran para poder vivir su relación. Para ilustrar esta historia, en la que el propio Hakkar se pone en la piel de uno de los protagonistas (Moshen, 'por motivos de urgencia', confiesa el director) contó con la colaboración de la actriz Marina Vlady, una de las grandes intérpretes de la cinematografía francesa. La actriz desarrolla otro de los temas de la película, 'el miedo que puede tener una mujer de unos sesenta años a enamorarse', apunta el argelino.
Amor Hakkar destacó la necesidad de festivales comprometidos como el OUFF, al que llegó después de rechazar las invitaciones de otros festivales en Los Ángeles y Toronto.
