EN CARTELLE

El asalto nocturno a un anciano provoca la alarma en el rural

photo_camera Manuel Cacheiro Pereiro, de 81 años, fue saltado por los ladrones

La víctima, que reside sola en A Seara y tiene 81 años, es la segunda atracada en su domicilio en tan sólo cuatro días 

Las personas mayores que residen solas, y en Ourense son muchísimas, vuelven a estar en el punto de mira de los ladrones. En esta ocasión ha sido Manuel Cacheiro Pereiro, de 81 años, un vecino de A Seara (Cartelle) al que asaltaron cuando estaba en cama y sustrajeron 1.200 euros, la paga extra que acaba de percibir en una entidad financiera. Este es el segundo asalto en el domicilio de personas mayores desde la madrugada del pasado domingo en la provincia. El otro fue en la casa rectoral de Vilar de Ordelles (Esgos), obra de cuatro encapuchados que llegaron a golpear y maniatar al párroco, José Ramón Garrido Fernández, de 84 años, cuando también estaba en cama y tras deslumbrarlo con linternas. El religioso ya tomó la decisión de abandonar por las noches el pueblo y dormir en la Casa Sacerdotal en Ourense. "Teño medo, porque esta xente pode volver", aseguró.

El asalto a la vivienda de A Seara se produjo, según denunció Manuel Cacheiro en el cuartel de Freas de Eirás (Ramirás), sobre las cuatro de la madrugada de ayer cuando estaba en cama y se sobresaltó al sentir ruido y observar que se abría la puerta de su habitación. El octogenario no tuvo tiempo de reconocer a los ladrones pues se cubrían el rostro con capuchas aunque tampoco está seguro, porque lo deslumbraron al enfocarlo con la luz de dos potentes linternas, al tiempo que le preguntaban por el lugar en que tenía el dinero. Solo sabe que eran dos "e falaban en galego. Revolveron toda a habitación e pasei medo porque creín que me ían matar", afirmó el anciano.

Manuel Cacheiro siguió sus instrucciones y les indicó el lugar en que estaba los 1.200 euros. Los dos ladrones aún buscaron más dinero revolviendo por la casa, pero no llegaron a sustraer ningún otro objeto de valor. Antes de abandonar el inmueble recomendaron a la víctima que se quedara en cama y no alertara a la Guardia Civil.

El octogenario, según recoge la denuncia, se quedó quieto en la cama y al alumbrar el día pudo comprobar que los ladrones habían entrado en su domicilio por una ventana a la que accedieron colocando unas escaleras. El hombre no tiene familia en A Seara y al lugar acudió una patrulla de la Guardia Civil que realizó una inspección ocular en la casa para encontrar huellas que permitan identificar a los ladrones.

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