Las atracciones de las Festas de Ourense se ubicarán este año en el Parque Barbaña. Las atracciones son la parte de las fiestas que más atrae a los más jóvenes. Su ubicación siempre ha variado de unos años para otros, en ocasiones ha sido objeto de polémica y casi siempre de debate.
Los más veteranos seguramente apuntarán que la Alameda fue históricamente el lugar predilecto para las atracciones. Muchos recuerdan los autos de choque al final de la pista central, las tómbolas, las casetas de tiro o los tiovivos con sus cadenas. Rafael Salgado, en su blog Ourense no tempo, apunta también “alguna actuación espectacular como la de la grandísima Pinito del Oro danzando en la cuerda floja”.
El barrio de As Lagoas también acogió en alguna ocasión algunas atracciones como los circos aunque era otros tiempos cuando el barrio no estaba aún desarrollado y había mucha espacio libre. En los últimos años, uno de los espacios más habituales ha sido la calle Pardo de Cela. No faltó la polémica aquí entre quienes consideraban que era un vial principal de entrada a la ciudad y cortarlo durante tantos días no era lo mejor.
En alguna ocasión se ubicaron en la zona del Paco Paz aunque en esta ocasión fueron los feriantes los que consideraban que estaba demasiado lejos de la ciudad y los propios vecinos pensaban algo parecido, a pesar de ser una ciudad en la que se llega a todas partes caminando. Además los locales de hostelería también demandan beneficiarse del trasiego que traen las atracciones.
El Parque Barbaña ya ha acogido en varias ocasiones las atracciones ya que cuenta con un espacio considerable. El pabellón o mas bien la explanada de los Remedios también se probo en algún momento. Precisamente en el entorno de Os Remedios fue el escenario en 2001 de las mejores atracciones que se recuerdan en la ciudad durante las fiestas.En aquel año, Ourense presumía de la mayor noria de España, montaña rusa gigante e incomparable espectáculo de fuegos de artificio con 600 kilos de pólvora explosionando al compás de Los Suaves. Este derroche festivo era el que se gastaba en As Burgas 20 años atrás.
Uno de los eventos que a los niños y a los no tan niños les encantaba y que este año no están en el programa es el célebre Batalla de las Flores. Serpentinas, pétalos de flores y papeles de colores son las únicas “armas” que los combatientes necesitaban para participar en esta batalla. Los tanques se cambiaban por carrozas que, lejos de camuflarse, llenaban las calles de Ourense de colorido y vistosidad. Era la Batalla de las Flores, uno de los eventos que añoran los ourensanos. Mientras se espera por la vuelta de este florido desfile, son muchas las anécdotas que el imaginario colectivo conserva de una de las grandes tradiciones de las Fiestas de Ourense.
Datan de 1906 las primeras referencias a la Batalla de las Flores en Ourense. 115 años de historia que la han convertido en un clásico que, aunque variado desde sus inicios, conserva la esencia con la que fue creada.
Eran bueyes los encargados de tirar en un primer momento de las carrozas que hoy se han convertido en grandes vehículos rodados y eran “señoritas de buena familia” las únicas autorizadas a subirse a estos floridos pedestales con la estética acorde a la temática elegida para cada edición.
