La Audiencia Nacional desestimó un recurso de la Agrupación de Ambulancias de Ourense contra una sentencia del Tribunal de la Competencia, que los sancionó con multas de 364.500 euros por asociarse para acaparar todo el mercado en la provincia. Los magistrados dan la razón al responsable de Ambulancias de Xinzo, que tuvo que cerrar por falta de trabajo.
La Agrupación de Ambulancias de Ourense se constituyó con 14 socios para acaparar y repartirse todo el mercado creado por las administraciones públicas. Así lo recoge una sentencia de la Audiencia Nacional, que desestimó un recurso del colectivo contra otro fallo del Tribunal de la Competencia, dictado en el 2006, y que los condenó a una multa de 364.500 euros.
La Audiencia Nacional entiende que la constitución de la citada agrupación supone una de las conductas más graves contra la libre competencia.
En la sentencia, los magistrados de la Audiencia Nacional consi deran que el reparto del mercado en Ourense consta con toda claridad en sus estatutos de constitución del colectivo y era independiente del resultado de los concursos a los que se presentaban, de forma individual, las empresas socias. Los socios -recoge el fallo- se repartían de antemano los concursos de transporte de ambulancias en la provincia, y lo lograron tal como consta en el expediente administrativo enviado por el Servicio Galego de Saúde (Sergas), que pone de manifiesto que a partir de 2001 prácticamente todos los transportes de enfermos en ambulancias en la provincia de Ourense se adjudicaron a esa agrupación.
En ese sentido, ese órgano jurisdiccional dice que las consecuencias anticompetitivas de esta actuación dieron lugar a las sanciones impuestas por el Tribunal de la Competencia, plenamente justificadas y ajustadas al volumen global de negocio.
El proceso judicial comenzó con la denuncia presentada hace seis años por José Carrasco Rodríguez, dueño de la empresa Ambulancias Xinzo. Carrasco Rodríguez aseguró que la citada agrupación se constituyó en 1999. Había 15 empresas de ambulancias y 14 estaban asociados, sólo estaba fuera yo, apuntó.
Cerré el negocio por falta de trabajo
José Carrasco Rodríguez estuvo durante años emigrado en Alemania y, al retornar junto con la familia, fijó su domicilio en Xinzo y decidió abrir una empresa de ambulancias. Corría el año 1994 y el negocio lo fue ampliando hasta incorporar cuatro ambulancias. Su mayor volumen de trabajo era con el Servicio Galego de Saúde, pero la constitución de la Agrupación de Ambulancias de Ourense trastocó todos sus planes y tuve que cerrar por falta de trabajo, me obligaron a cerrar el negocio, despedir a cuatro trabajadores, paralizar las cuatro ambulancias. Me cambiaron la vida, explicó.
Según Carrasco, la sentencia de la Audiencia Nacional es firme y le servirá para que los 14 socios de la citada agrupación, además de pagar la multa impuesta por el Tribunal de la Competencia y ratificada ahora, le indemnicen por las pérdidas ocasionadas al tener que cerrar el negocio. El industrial ya entregó toda la documentación a sus abogados para reclamar la indemnización y los daños por la vía civil ante la Justicia.
La Audiencia Nacional entiende que la constitución de la citada agrupación supone una de las conductas más graves contra la libre competencia.
En la sentencia, los magistrados de la Audiencia Nacional consi deran que el reparto del mercado en Ourense consta con toda claridad en sus estatutos de constitución del colectivo y era independiente del resultado de los concursos a los que se presentaban, de forma individual, las empresas socias. Los socios -recoge el fallo- se repartían de antemano los concursos de transporte de ambulancias en la provincia, y lo lograron tal como consta en el expediente administrativo enviado por el Servicio Galego de Saúde (Sergas), que pone de manifiesto que a partir de 2001 prácticamente todos los transportes de enfermos en ambulancias en la provincia de Ourense se adjudicaron a esa agrupación.
En ese sentido, ese órgano jurisdiccional dice que las consecuencias anticompetitivas de esta actuación dieron lugar a las sanciones impuestas por el Tribunal de la Competencia, plenamente justificadas y ajustadas al volumen global de negocio.
El proceso judicial comenzó con la denuncia presentada hace seis años por José Carrasco Rodríguez, dueño de la empresa Ambulancias Xinzo. Carrasco Rodríguez aseguró que la citada agrupación se constituyó en 1999. Había 15 empresas de ambulancias y 14 estaban asociados, sólo estaba fuera yo, apuntó.
Cerré el negocio por falta de trabajo
José Carrasco Rodríguez estuvo durante años emigrado en Alemania y, al retornar junto con la familia, fijó su domicilio en Xinzo y decidió abrir una empresa de ambulancias. Corría el año 1994 y el negocio lo fue ampliando hasta incorporar cuatro ambulancias. Su mayor volumen de trabajo era con el Servicio Galego de Saúde, pero la constitución de la Agrupación de Ambulancias de Ourense trastocó todos sus planes y tuve que cerrar por falta de trabajo, me obligaron a cerrar el negocio, despedir a cuatro trabajadores, paralizar las cuatro ambulancias. Me cambiaron la vida, explicó.
Según Carrasco, la sentencia de la Audiencia Nacional es firme y le servirá para que los 14 socios de la citada agrupación, además de pagar la multa impuesta por el Tribunal de la Competencia y ratificada ahora, le indemnicen por las pérdidas ocasionadas al tener que cerrar el negocio. El industrial ya entregó toda la documentación a sus abogados para reclamar la indemnización y los daños por la vía civil ante la Justicia.
