Natural de Casaio (Carballeda de Valdeorras) y dueña de un restaurante en Bruselas, Aurora González, pasó un momento angustioso al sufrir en primera persona los atentados.
"La gente empezaba a quitarse el miedo después de las alertas de las Navidades. Esto está muy mal. La gente tiene miedo y mucho después de lo ocurrido", comentaba Aurora González Carrera, natural de Casaio y dueña de un restaurante llamado Asturias cerca de la explosión del metro de Maelbeek.
"Desde la 10,00 horas no dejaron salir a los niños de las escuelas, hasta que los recogieron sus padres. Bruselas es un caos. No hay trenes, ni autobuses. Nada. No se podían enviar mensajes por teléfono", relata la ourensana gerente del restaurante que lleva 51 años en la capital europea.
"Cerraron todos los grandes comercios y nosotros estamos cerca de la estación Gare du Midi, y sigue cerrada", explica la ourensana.
