El acuerdo incluye la reestructuración del grupo municipal, abriendo la posibilidad de renuncia de Isabel Pérez y Marta Arribas

El BNG decide no volver a formar gobierno con el PSOE en la ciudad

Asistentes a la asamblea local del BNG, con los concejales Isabel Pérez y Xosé Somoza en primer término. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
El BNG no formará parte del gobierno de la ciudad. Así lo decidió ayer la militancia de la formación nacionalista, que decidió en la asamblea y en el Consello local previo 'non negociar a entrada no goberno do Concello de Ourense', según explicaba ayer en un escueto comunicado el propio Consello local de la organización. Con él se daba por concluida una reunión que superó con mucho las dos horas y en la que los militantes pusieron veto a la coalición, dejando así en minoría al PSOE, partido con el que gobernó durante cinco años, desde 2007.
Además de quedarse en la oposición, el BNG podría hacerlo con caras nuevas. Así, el Consello local reunido antes decidió 'reestructurar o grupo municipal', explica la misma comunicación oficial. En la práctica, esta reorganización podría significar la salida de la Corporación municipal de las concejalas más veteranas, Isabel Pérez, cabeza de lista y exteniente de alcalde, y Marta Arribas, toda vez que Xosé Somoza, antes director xeral de Rehabilitación, y que acaba de incorporarse como concejal con dedicación exclusiva. Según confirmaban ayer desde la formación nacionalista, el cargo de ambas está a disposición del consello local, aunque la decisión final 'depende de como queiramos reestructurar o grupo', explica la responsable de este órgano, Susana García, que evitó dar más detalles de la decisión adoptada a la espera de que esta mañana la organización informe en rueda de prensa. De confirmarse estos abandonos, podrían entrar en el Concello la propia Susana García y Ximena González, números cinco y seis de la lista del BNG.

Los malos resultados electorales en las autonómicas -después de haber visto ya reducido a la mitad su grupo político en las pasadas municipales- posiblemente hayan pesado en la decisión de los nacionalistas, que decidieron abandonar el gobierno el pasado 27 de septiembre ante la demora del exalcalde socialista, Francisco Rodríguez, en dimitir tras su detención en la operación Pokemon.

Con la decisión de los nacionalistas se abre una nueva etapa en el gobierno de la ciudad, en la que el PSOE tendrá que buscar apoyos puntuales para lograr la mayoría que le permita llevar adelante sus proyectos para la ciudad, puesto que sus 11 concejales igualan a los del PP. Sobre este escenario, el portavoz del PP, Rosendo Fernández, aseguraba ayer -antes de conocer la decisión de la militancia del BNG- que 'para os temas de interese xeral da cidade, o PP sempre estará ó lado de quen goberne, pero para cuestións como as que nos traen ós plenos, de intereses partidarios e partidistas, non'.

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