El botellón despierta al Casco Vello y la Policía Local no llega

Los botellones en Ourense vuelven a ser la pesadilla nocturna de los vecinos del Casco Vello. “La calle parece un festival”, dicen los vecinos de la plaza del Trigo. Desde que se levantó el toque de queda, las noches del viernes y el sábado mantienen alerta a las fuerzas de seguridad. Según sus registros, solo este fin de semana tuvieron que intervenir en 78 ocasiones. Los servicios de limpieza pese a que no hicieron frente a tantos deshechos como antes si que apuntan una dispersión de la basura: “Antes se concentraba en una sola plaza, ahora vemos que la basura se acumula en numerosas zonas, sobre todo en As Mercedes y los soportales del Casco Vello”, explica Juan Carlos Solveira, el jefe de servicio. Pese a que entre sus cometidos estuvo el control de botellones y las medidas de vigilancia covid en la plaza de San Antonio, no hubo personas detenidas o identificadas en todo el fin de semana. Aún así, los numerosos botellones -en As Mercedes, O Trigo, San Antonio, la plaza de la Estrella o en plaza do Ferro- estaban formados por un mínimo de 50 personas cada uno. María Barrera, jefa de la Policía Local, afirma que “no es nada nuevo”. Su técnica es “poner presencia policial para adelantarnos en algunos puntos, pero a la vez en todos no podemos. Se va yendo cuando hay llamadas”, explica. Sin embargo, algunos vecinos como José Casares dicen haber llamado a la Policía: “Me dijeron que solo acudirían si yo denunciaba, que no dan abasto y no tienen medios para llegar”, explica. Ángel Castro y su familia, vecinos de la plaza de la Estrella pasaron una noche toledana. “La aglomeración de gente fue terrible, llamamos a la Policía y no vino en toda la noche porque dijeron que estaban desbordados”, señala. La situación es ahora peor que antes de la pandemia: “Se traen altavoces, el ruido que generan sumado a las botellas genera mucho ruido, no nos dejaron dormir hasta las cinco de la mañana”, relata Castro. Para él, “todos fuimos jóvenes pero esto es una cuestión de salud pública, todo por dejadez de la Administración local”. Paqui Julián vive en la calle Lúa y señala que esto “es mucho peor que antes, se oye aquí lo que pasa en la plaza de As Mercedes como si todos los días -no solo viernes y sábado- fuese Fin de Año o que hay una verbena”, lamenta. Junto a ella está José Casares que señala que en la calle de la Paz se vive también un infierno: “El Teatro Principal es utilizado como váter, la gente utiliza la entrada para hacer todo tipo de cosas”, relata. Sin ordenanza ni control No hay ninguna ordenanza municipal que garantice que no se puedan celebrar botellones en plena calle en Ourense, una circunstancia para la que la oposición plantea diferentes propuestas. Por un lado, desde el BNG, Luis Seara se pregunta “que alternativas ten a mocidade en Ourense? A concellaría non programa actividades para a mocidade. Tampouco hai apoio a asociacións xuvenís”. La portavoz del Partido Popular, Flora Moure, opina que “es necesario reactivar de inmediato el trabajo que pusimos en marcha para consensuar sin más dilación una ordenanza que regule esta práctica, con el fin de garantizar la convivencia y evitar las molestias vecinales”. Por último, la concelleira Natalia González, del PSOE, lamenta que no exista una normativa específica que frene el problema del botellón: “Como no hay una ordenanza específica la Policía no siempre puede actuar o no siempre tiene recursos”, señala. “La juventud quiere salir después de lo que se ha vivido, se sabía que esto iba a pasar y que además se iba a juntar con el fin de curso, nosotros hemos exigido que se convoque una comisión y hemos denunciado que la Policía Local no tiene efectivos, el Concello tendrá que buscar refuerzos y cumplir la ley”, opina González.