La caída de venta de carne “asfixia” a 550 ganaderos ourensanos

José Ramón González y Felix Porto Serantes, en Ourense, ayer por la mañana.
photo_camera José Ramón González y Felix Porto Serantes, en Ourense, ayer por la mañana.
Productores y sindicatos aseguran que el mercado “non absorbe o volume de Tenreira Galega”

Los 550 ganaderos ourensanos adscritos a la Indicación Xeográfica Protexida (IXP) Ternera Gallega temen por la situación de sus explotaciones. Las ventas caen en verano, cuando lo normal es que suban, en comparación con el resto del año. El mercado se ve con “incapacidade de absorber o volume cárnico”, advirtió ayer Félix  Porto Serantes, secretario de coordinación sectorial del sindicato Unións Agrarias. 

Xose Ramón González es propietario de una explotación de 60 vacas en A Mezquita. Apunta que desde marzo de 2022, momento en el que se adoptaron las medidas contra la subida de los costes de explotación, “a situación mellorou”, pero ahora los productores se encuentran con “un mercado galego asfixiado” por la caída de las ventas. 

La parte principal de dichas medidas fue un acuerdo sectorial que subió el precio retributivo para los ganaderos en casi dos euros, de los 4,30 a los 6,10 euros/kilo. Los costes de producción también bajaron: “Os piensos, o gasoil, a palla…”, enumera González antes de advertir que el invierno “pode ser moito máis duro do esperado”. Pero cuando la producción empezaba a normalizarse, cayeron las ventas. Por eso es partidario de “abrirse a máis mercados”, tal y como propone Unións Agrarias, para darle salida a un “produto ‘top’, recoñecido como a mellor carne de España”. “Alí onde vai en Europa, triunfa, temos que revertir a situación”, precisa.

Precio de mercado

El precio de la carne de Ternera Galega en el mercado es entre 50 y 60 céntimos superior a otras que no cuentan con el sello de calidad. “Tanto al público como a los ganaderos no les compensa”, argumenta Emilio Pedro González, Milucho, vicepresidente de Ternera Gallega, presidente de la Asociación Gallega de la Carne y gerente de Cárnicas Milucho. “Había unas previsiones buenísimas y se está vendiendo igual, o un poco menos”, opina, y advierte que “una cosa es tener calidad y otra un exceso de precio que estamos pagando”. 

La solución que propone es: “El precio lo tiene que marcar el mercado; igual la industria tiene que apretarse el cinturón si no se está vendiendo y hay que bajar los precios, ahora que los costes de producción también son menores”. Otro apunte del vicepresidente del sello es que las explotaciones cada vez “decrecen más”. 

Eloy González es uno de los ganaderos de la provincia que cerró su explotación el año pasado. “Hice una inversión en una explotación, pero tuve que compaginarlo siendo pluriempleado”, detalla. Llevaba dedicándose a la ganadería nueve años y a sus 57 tuvo que abandonar el sector y dedicarse al de la seguridad. “Tenía 30 vacas, pero con el precio de los minerales, el gasoil y los piensos disparados, dejó de compensarme”. Acabó cerrando en julio de 2022. 

Milucho asegura que la situación ha mejorado, pero piensa que “debemos ser más previsores de lo que fuimos este invierno y optimizar los costes de cara a diciembre”.

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