Caldaria reabre el balneario de Lobios y espera un lleno en Semana Santa

photo_camera Edificio exterior del Balneario de Lobios, que reabre sus puertas el día 4 de abril tras cuatro meses parado. (MIGUEL ÁNGEL)

Caldaria centrará allí y en Laias su actividad de Semana Santa; el de Arnoia estará operativo a partir del mes de mayo. 

Pasado el duro invierno, el grupo Caldaria Termal abrirá el balneario de Lobios el próximo viernes, 4 de abril, con la mirada puesta en la Semana Santa y la previsión de hacer lleno en los dos que tendrá operativos entonces, Lobios y Laias. Porque, según ha precisado el gerente del grupo, Javier Soto, la apertura del tercer establecimiento, Arnoia (con 50 habitaciones), quedará para el mes de mayo. Caldaria reanuda así su actividad tras el cierre después del puente de Todos los Santos en el caso de Arnoia y tras el Puente de la Constitución en el caso de Lobios, una decisión que adoptó argumentando dos años de pérdidas debido a la coyuntura económica, y que provocó un ERE temporal para sus más de 150 trabajadores.

El expediente de regulación de empleo fue rotatorio, de forma que no estuviesen más de tres meses sin trabajar, "para no perder el ritmo", precisó Soto. Ahora, 56 personas trabajan ya para poner a punto el recinto de Lobios, con sus 86 habitaciones, y sobre el que ya hay numerosas reservas, que se formalizaron con llamadas al recinto de Laias, el único que permaneció abierto todo el año. Allí fue donde se produjeron las rotaciones porque el ERE afectó a todo el personal del grupo. Realmente, señaló Javier Soto, los balnearios cerraban normalmente en los meses de invierno, para dar descanso al personal a costa de la empresa, pero este año, y la perspectiva es de que continúe en la próxima temporada, se ha optado por el expediente de regulación de empleo.

El cierre de Lobios y Arnoia, y la permanencia de Laias permitió que los usuarios aumentasen un 4,7% en este último, el único que permaneció abierto y desde donde se centralizaron las reservas y la actividad comercial del grupo. Soto espera que la ocupación este año será notable pero apuesta por la estacionalidad, y para ello dice estar trabajando con colectivos e instituciones. Se trata de capitalizar y concentrar la mayor parte de la demanda en los tiempos en que están los establecimientos abiertos, una medida de eficiencia para tiempos de crisis.


Estancias subvencionadas

En esa estrategia, Soto ha destacado el plan de la Diputación de subvencionar estancias termales para los ciudadanos, el año pasado para mayores de 55 años -con gran éxito, dice- y ahora sin límite de edad, lo que, sin duda, ayudará a remontar el estado del sector termal en sus balnearios y en otros que hay en la provincia operativos, Baños de Molgas y O Carballiño.

Así la situación, Javier Soto se muestra optimista pero cauto de cara al futuro de la demanda termal en Ourense. El responsable del buque insignia del sector en la provincia reconoce que la cultura termal y de salud interesa, el problema es que se trata de una actividad de ocio "que no es barata" y el mercado nacional, al que actualmente está enfocado este sector, tanto en Ourense como en el resto del país, se ha reducido notablemente por la crisis. "El termalismo no es un sector de bajo coste, ofrecemos más que un hotel pero nuestros servicios también cuestan" y eso con la actual coyuntura económica conduce forzosamente a una caída de la demanda de usuarios españoles.

Por ello, apuesta por la apertura al extranjero, algo que se ha iniciado con Portugal, que actualmente, dice, está algo mejor económicamente que España, donde el termalismo es una actividad de descanso muy consolidada y que conoce perfectamente la riqueza balnearia en la provincia.


Proyectos de expansión

Caldaria Termal tiene proyectos de expansión en la ciudad, sobre todo la construcción de un hotel balneario en la ribera derecha del Miño. "Lo tenemos en cartera pero los tiempos no son buenos", señaló, aunque reconoce la importancia de la construcción de una instalación de este tipo en la ciudad, de la que Ourense carece. Para lograrlo hacen falta mejores tiempos, pero también, señala, que los inversores tengan seguridad, que la ubicación ayude y que todo el entorno tenga como eje la importancia de un proyecto de este tipo.

Con todo, el grupo que dirige prefiere ahora "reforzar la comercialización, cubrir gastos y mejorar lo que tenemos" antes de abordar nuevas iniciativas.

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