Siete de las 15 alcaldías de Valdeorras, Trives y Viana y Vilariño de Conso pueden cambiar de titular desde las municipales de 2007. Cuatro concellos ya tienen nuevo alcalde, en otros dos cambiará en breve y en el último se cuece la moción de censura.
Los pactos entre partidos y el relevo en la Xunta animan las 15 alcaldías del oriente provincial. Hasta el punto en que cinco alcaldes que comenzaron a gobernar ya dejaron el cargo: Trives, Vilariño de Conso, A Rúa y Vilamartín. En otros dos concellos, Manzaneda y San Xoán de Río, cambiarán de regidor en breve y todo indica que, en las próximas semanas, una moción de censura relevará al de A Veiga. En todos estos movimientos está una renuncia, la de Manuel Candal, que franqueó el paso a su hija, María Jesusa Candal, a la alcaldía de Vilamartín, en un relevo que se fraguó en el seno del grupo de gobierno.
El próximo lunes, la Corporación de San Xoán de Río ana lizará la renuncia como alcalde y edil del socialista Darío Álvarez. Salvo sorpresas, su puesto lo ocupará el siguiente de la candidatura, Luis Castro. El PSOE accedió a la alcaldía con el apoyo del BNG, respaldo que debería repetirse en la investidura.
Ese mismo día, el PSOE y el BNG de Manzaneda se reunirán para decidir quién sustituye al nacionalista José Antonio Núñez. Entre otros motivos de carácter personal, renunció al cargo para posibilitar un nuevo pacto de gobierno en el Concello. Este acuerdo era impensable por su enfrentamiento con el portavoz socialista, Herminio Cereijo.
BNG y PSOE pretenden aplicar en Manzaneda y San Xoán de Río su pacto autonómico, que da la alcaldía a la lista más votada de las dos. Si se respeta, el próximo alcalde de Manzaneda será el nacionalista David Rodríguez.
En A Veiga, también soplan aires de cambio. El socialista Fernando Fernández se aferra a una alcaldía que podrían abandonar en un plazo no lejano. Los contactos de sus socios de gobierno de la Agrupación Electoral Independiente, que encabeza Víctor Yáñez, con el PP, vaticinan una próxima moción de censura. Si es así, Edesio Yáñez volverá a ejercer de regidor popular.
Los movimientos empezaron en junio de 2008, con una moción de censura en Trives. Le siguieron el relevo del regidor de Vilamartín por su hija, la sustitución pactada en A Rúa y el inesperado de Vilariño.
EN LA PROVINCIA
En busca del pacto en Carballiño Al comienzo de la actual etapa de gobierno, el BNG de Carballiño no quería ni oír hablar de un pacto local con el PSOE, que se quedó gobernando en solitario y en minoría. El cambio en la Xunta y los problemas que han surgido en otros concellos para gobernar juntos, motivan ahora a ambas fuerzas a negociar un acuerdo. El BNG todavía tiene pendiente la respuesta a la propuesta de los socialistas sobre el reparto de las concejalías. El tira y afloja generó altos y bajos en las negociaciones. Hace escasos días, las expectativas de los nacionalistas se inclinaban a rechazar el pacto. Sin embargo, recientemente, se han producido llamadas de altos cargos del PSOE que podrían cambiar el rumbo de la situación. Entre las ventajas de un pacto, el alcalde Carlos Montes señala la aprobación de los presupuestos.
Las aguas están revueltas en el gobierno tripartito de Gomesende (Independientes, BNG y PSdeG), tras el paso al grupo de los no adscritos de dos de los cinco concejales del grupo de gobierno que preside la independiente Pura Rodríguez. Por ahora, el PP se mantiene en la oposición con cuatro concejales.
El socialista José Lamela comparte gobierno con el BNG en Lobios. Una gestión que se ha normalizado después de varios enfrentamientos en los dos primeros años de mandato municipal.
En Pontedeva, el PP gobierna en minoría con apoyos puntuales con el edil independiente.
El nacionalista Xurxo Rodríguez preside en minoría la Corporación de Castrelo de Miño. A principios del mandato, BNG y PSOE intentaron un acercamiento que no llegó a cuajar. Desde entonces gobierna con el apoyo puntual de los socialistas y populares. Aunque los presupuestos han sido prorrogados al no contar con el apoyo de la oposición, las reuniones previas a los plenos consiguen respaldos puntuales a diversos proyectos y obras por parte del PSOE y PP.
En A Mezquita, el alcalde socialista José Luis Ferro, gobierna con el BNG. El pacto se mantiene estable y en la gestión no hubo conflictos.
El gobierno tensionado de Calvos de Randín
El grupo de gobierno socialista de Calvos de Randín se quedó en minoría en mayo de 2008 después del paso de un edil al grupo de no adscritos generando una tensión política aún viva.
En mayo de 2008, el grupo de gobierno socialista de Calvos de Randín perdió un concejal, José Manuel Andrade, que decidió pasarse al grupo de no adscritos. Los cuatro ediles del PP abandonaron estas siglas y se sumaron como no adscritos para realizar una moción de censura frustrada (no pudieron entrar a la Consistorial porque vecinos y socialistas lo impidie ron). Desde entonces, la tensión política es una de las características de la vida municipal. El alcalde, Aquilino Valencia, reconoce que no es fácil gobernar en minoría, pero afirma que sigue trabajando con la misma intensidad que el primer día que obtuvo el bastón municipal. En el Concello de Os Blancos, el alcalde, Juan Antonio Lama, gobierna en minoría bajo las siglas de Terra Galega. Pese a que en 2007, al inicio del mandato, aseguró que buscaría un socio de gobierno entre la oposición (PSOE, PP, BNG e Independientes) nunca llegó a formalizar un pacto. En múltiples ocasiones, ha afirmado que gobernar en minoría limita la gestión municipal (los proyectos dependen de los votos en pleno de la oposición).
El próximo lunes, la Corporación de San Xoán de Río ana lizará la renuncia como alcalde y edil del socialista Darío Álvarez. Salvo sorpresas, su puesto lo ocupará el siguiente de la candidatura, Luis Castro. El PSOE accedió a la alcaldía con el apoyo del BNG, respaldo que debería repetirse en la investidura.
Ese mismo día, el PSOE y el BNG de Manzaneda se reunirán para decidir quién sustituye al nacionalista José Antonio Núñez. Entre otros motivos de carácter personal, renunció al cargo para posibilitar un nuevo pacto de gobierno en el Concello. Este acuerdo era impensable por su enfrentamiento con el portavoz socialista, Herminio Cereijo.
BNG y PSOE pretenden aplicar en Manzaneda y San Xoán de Río su pacto autonómico, que da la alcaldía a la lista más votada de las dos. Si se respeta, el próximo alcalde de Manzaneda será el nacionalista David Rodríguez.
En A Veiga, también soplan aires de cambio. El socialista Fernando Fernández se aferra a una alcaldía que podrían abandonar en un plazo no lejano. Los contactos de sus socios de gobierno de la Agrupación Electoral Independiente, que encabeza Víctor Yáñez, con el PP, vaticinan una próxima moción de censura. Si es así, Edesio Yáñez volverá a ejercer de regidor popular.
Los movimientos empezaron en junio de 2008, con una moción de censura en Trives. Le siguieron el relevo del regidor de Vilamartín por su hija, la sustitución pactada en A Rúa y el inesperado de Vilariño.
EN LA PROVINCIA
En busca del pacto en Carballiño Al comienzo de la actual etapa de gobierno, el BNG de Carballiño no quería ni oír hablar de un pacto local con el PSOE, que se quedó gobernando en solitario y en minoría. El cambio en la Xunta y los problemas que han surgido en otros concellos para gobernar juntos, motivan ahora a ambas fuerzas a negociar un acuerdo. El BNG todavía tiene pendiente la respuesta a la propuesta de los socialistas sobre el reparto de las concejalías. El tira y afloja generó altos y bajos en las negociaciones. Hace escasos días, las expectativas de los nacionalistas se inclinaban a rechazar el pacto. Sin embargo, recientemente, se han producido llamadas de altos cargos del PSOE que podrían cambiar el rumbo de la situación. Entre las ventajas de un pacto, el alcalde Carlos Montes señala la aprobación de los presupuestos.
Las aguas están revueltas en el gobierno tripartito de Gomesende (Independientes, BNG y PSdeG), tras el paso al grupo de los no adscritos de dos de los cinco concejales del grupo de gobierno que preside la independiente Pura Rodríguez. Por ahora, el PP se mantiene en la oposición con cuatro concejales.
El socialista José Lamela comparte gobierno con el BNG en Lobios. Una gestión que se ha normalizado después de varios enfrentamientos en los dos primeros años de mandato municipal.
En Pontedeva, el PP gobierna en minoría con apoyos puntuales con el edil independiente.
El nacionalista Xurxo Rodríguez preside en minoría la Corporación de Castrelo de Miño. A principios del mandato, BNG y PSOE intentaron un acercamiento que no llegó a cuajar. Desde entonces gobierna con el apoyo puntual de los socialistas y populares. Aunque los presupuestos han sido prorrogados al no contar con el apoyo de la oposición, las reuniones previas a los plenos consiguen respaldos puntuales a diversos proyectos y obras por parte del PSOE y PP.
En A Mezquita, el alcalde socialista José Luis Ferro, gobierna con el BNG. El pacto se mantiene estable y en la gestión no hubo conflictos.
El gobierno tensionado de Calvos de Randín
El grupo de gobierno socialista de Calvos de Randín se quedó en minoría en mayo de 2008 después del paso de un edil al grupo de no adscritos generando una tensión política aún viva.
En mayo de 2008, el grupo de gobierno socialista de Calvos de Randín perdió un concejal, José Manuel Andrade, que decidió pasarse al grupo de no adscritos. Los cuatro ediles del PP abandonaron estas siglas y se sumaron como no adscritos para realizar una moción de censura frustrada (no pudieron entrar a la Consistorial porque vecinos y socialistas lo impidie ron). Desde entonces, la tensión política es una de las características de la vida municipal. El alcalde, Aquilino Valencia, reconoce que no es fácil gobernar en minoría, pero afirma que sigue trabajando con la misma intensidad que el primer día que obtuvo el bastón municipal. En el Concello de Os Blancos, el alcalde, Juan Antonio Lama, gobierna en minoría bajo las siglas de Terra Galega. Pese a que en 2007, al inicio del mandato, aseguró que buscaría un socio de gobierno entre la oposición (PSOE, PP, BNG e Independientes) nunca llegó a formalizar un pacto. En múltiples ocasiones, ha afirmado que gobernar en minoría limita la gestión municipal (los proyectos dependen de los votos en pleno de la oposición).
