La diputada Carmen Iglesias Sueiro, que tomó ayer posesión de su escaño por Ourense en sustitución de David Fernández Calviño, ratificó que solicitará integrarse en el grupo parlamentario de Alternativa Galega de Esquerda (AGE). La diputada accedió al escaño con un frío recibimiento de los que habían sido sus compañeros, ya que solamente algunos diputados del BNG y el PSdeG acudieron a saludarla a su entrada en el hemiciclo.
Comentó que quiere dejar zanjada la polémica de su acceso al Parlamento, 'porque ya pertenece al pasado', e indicó que tratará de hacer 'política de calle en el Parlamento' y confesó sentirse 'de momento, como un pulpo en un garaje. Me estoy situando'. Tras insistir en que quiere dejar atrás la controversia, dijo ser una persona 'responsable, trabajadora, y con el tiempo espero que me preguntéis por política', apuntó a los periodistas, y agregó que tratará de hacer 'política de calle en el Parlamento', en contacto con agentes sociales o el feminismo.
Mientras, Esquerda Unida sigue adelante con el expediente sancionador por no haber cumplido los estatutos, aprobados este año en asamblea, y que dicen que las actas de los cargos pertenecen a la organización y no a los militantes. Eso supondría que Carmen Iglesias tendría que haber renunciado a su escaño para dar paso a la siguiente en la lista, Iolanda Pérez Docampo -que pertenece a Anova-, y por lo tanto, mantener el equilibrio de fuerzas en el grupo parlamentario en virtud de un pacto entre los socios de la coalición que la ourensana ha reiterado que desconocía.
En el caso de que siga adelante el expediente, y pase a ser una parlamentaria sin militancia en ningún partido, manifestó que, como acaba de enterarse de esa posibilidad, 'tiene que pensar' en lo que ello supone y en su permanencia en el grupo parlamentario de AGE.
En este escenario, Carmen Iglesias considera que 'lo que deben hacer' los miembros de la dirección es paralizar el expediente. 'Yo voy (al acto de conciliación que tendrá lugar hoy por la tarde) con la voluntad personal y política de que se pare esto, aunque después las relaciones personales y humanas no sean las de antes, yo voy con voluntad de llegar a un acuerdo', insistió.
Y de seguir adelante, y culminar con su expulsión, la diputada manifestó que la idea de ser independiente dentro del grupo de AGE 'no le gusta de momento'. 'Lo tengo que pensar; si dependiese de mí, no habría pasado todo esto', señaló Iglesias, quien, sobre su llegada, indicó que sintió 'soledad restringida', de los suyos.
Desde la bancada, le arropó un grupo de familiares y amigos, ninguno militante de Esquerda Unida, como ella mismo aclaró. Sin embargo, y aunque dijo que hay 'gente que la apoya' dentro de la coalición, rechazó 'dejar al descubierto' a las personas que están 'trabajando' con ella.
Mientras, Esquerda Unida sigue adelante con el expediente sancionador por no haber cumplido los estatutos, aprobados este año en asamblea, y que dicen que las actas de los cargos pertenecen a la organización y no a los militantes. Eso supondría que Carmen Iglesias tendría que haber renunciado a su escaño para dar paso a la siguiente en la lista, Iolanda Pérez Docampo -que pertenece a Anova-, y por lo tanto, mantener el equilibrio de fuerzas en el grupo parlamentario en virtud de un pacto entre los socios de la coalición que la ourensana ha reiterado que desconocía.
En el caso de que siga adelante el expediente, y pase a ser una parlamentaria sin militancia en ningún partido, manifestó que, como acaba de enterarse de esa posibilidad, 'tiene que pensar' en lo que ello supone y en su permanencia en el grupo parlamentario de AGE.
En este escenario, Carmen Iglesias considera que 'lo que deben hacer' los miembros de la dirección es paralizar el expediente. 'Yo voy (al acto de conciliación que tendrá lugar hoy por la tarde) con la voluntad personal y política de que se pare esto, aunque después las relaciones personales y humanas no sean las de antes, yo voy con voluntad de llegar a un acuerdo', insistió.
Y de seguir adelante, y culminar con su expulsión, la diputada manifestó que la idea de ser independiente dentro del grupo de AGE 'no le gusta de momento'. 'Lo tengo que pensar; si dependiese de mí, no habría pasado todo esto', señaló Iglesias, quien, sobre su llegada, indicó que sintió 'soledad restringida', de los suyos.
Desde la bancada, le arropó un grupo de familiares y amigos, ninguno militante de Esquerda Unida, como ella mismo aclaró. Sin embargo, y aunque dijo que hay 'gente que la apoya' dentro de la coalición, rechazó 'dejar al descubierto' a las personas que están 'trabajando' con ella.
