El Casco Vello lleva años sumido en una profunda crisis, que lo convierten en la zona de la ciudad con mayor despoblación y pérdida de rentas de toda la ciudad. Así lo reflejan el Instituto Nacional de Estadística y el Instituto Galego de Estatística en sus estudios por secciones censales, publicados esta pasada semana.
La zona histórica se siente olvidada, proliferan los bajos vacíos y los edificios en ruinas, con más de 400 propiedades languideciendo a la espera de darle uso, como publicó este periódico. Ahora, se suman los dramáticos datos de renta, que convierten a las calles del Casco Vello en las únicas de toda la ciudad que han visto caer su capacidad económica en los últimos tres años, de forma directamente proporcional a una constante caída de población. Los datos de la Declaración de la Renta de 2018 son alarmantes.
Todos los distritos y secciones censales de la ciudad incrementaron la renta media de 2016 a 2018, salvo dos secciones, situadas en el Casco Vello. La renta creció en el conjunto de la urbe un 5,7%, al pasar de 11.683 a 12.346 euros per cápita en tres años. Se desploma sin embargo la zona entre la praza do Ferro y Praza Maior, donde se ubica la zona de los Vinos. Ahí, de los 19.370 euros brutos por cabeza que percibían sus vecinos en 2016, pasaron a recibir a 15.246. Un desplome del 22%. y más de 4.000 euros per cápita.
Una situación similar se da en el Casco Vello sur, el más degradado, en el tramo entre la Praza Maior y el Posío. Ahí la renta media cayó casi un 16% en tres años al pasar de 12.990 a 10.987 euros por persona. Un drama que esconde una realidad tozuda, la zona vieja ha quedado para las personas con menos recursos y menor capacidad. El resto emigra.
Caída de vecinos
Los datos del IGE sobre población también ponen el acento en la zona histórica y muestran sus debilidades. La ciudad perdió en dos años más de 2.500 habitantes, un 1,9% de los residentes. Pero en este caso el Casco Vello también sobrepasa al resto, con un auténtico éxodo: perdió un 6,5% de sus residentes en solo tres años, con 367 censados menos. Es, de nuevo, el descenso más pronunciado de todos los barrios de la urbe.