El Complexo Hospitalario cerrará 96 camas durante los meses de verano, una situación que ha hecho saltar la voz de alarma en el PP, que reclama su apertura. Según sostiene, esta medida provoca un colapso continuo de las Urgencias, con la consi guiente acumulación de pacientes ingresados en los pasillos y salas de este servicio o en las unidades de tránsito. Fuentes del CHOU aseguran, sin embargo, que esto no afectará a la calidad asistencial, estando planificada su puntual reactivación en caso de necesidad.
El cierre de camas hospitalarias durante el verano -una media de 96 en el Complexo Hospitalario en julio, agosto y septiembre- ha vuelto a reabrir la polémica. Eloína Núñez, responsable de la comisión de sanidad del PP, sostiene que esta situación deriva en un colapso continuo de las Urgencias, con la consiguiente sobrecarga de trabajo para los profesionales y la acumulación de pacientes ingresados en los pasillos o en las salas de este servicio a la espera de ser trasladados a planta -según sus datos, 22 usuarios el pasado 1 de julio-.
Asimismo, critica que, mientras el hospital cierra camas, las unidades de ingresos transitorias continúan abiertas, cuando son salas mínimamente dotadas para la hospitalización, habiendo pacientes que tienen que ser desviados a centros privados. Por ello y para poder atender posibles repuntes de la actividad por patologías propias del verano, reclama su apertura.
Fuentes del CHOU explican, sin embargo, que el cierre del 12% de las camas responde a la disminución de la actividad derivada de la reducción de los ingresos y recursos humanos en el periodo vacacional. No obstante, añaden que la calidad asistencial ordinaria y la normal atención de las urgencias tanto médicas como quirúrgicas y de atención a los procesos está garantizada. La reducción no afecta a la calidad asistencial, estando claramente planificada la puntual reactivación de camas en caso de necesidad. En esta línea, las unidades de respuesta rápida a la demanda de ingresos urgentes (Unidad de Ingresos Transitorios y Sala de Tránsito) se activará en función de las necesidades, igual que durante el resto del año, aseguran.
Asimismo, desde el Complexo Hospitalario afirman que en lo que va de mes no se han detectado problemas de saturación o sobrecarga de trabajo en el servicio de Urgencias y que las unidades transitorias de hospitalización estuvieron cerradas ayer.
Una gestión ineficaz
Eloína Núñez calificó de ineficiente la gestión del CHOU, ya que a las 96 camas cerradas este verano suma las 30 camas clausuradas el pasado año tras la apertura del edificio quirúrgico -la Gerencia del CHOU sostiene, sin embargo, que supuso la apertura de 10 más- y las 14 que por primera vez se cierran estos meses en el hospital de Verín.
Por ello se pregunta cómo se puede tomar esta medida si lo que trae como consecuencia es desviar más pacientes a otros hospitales, lo que supone un incremento desmesurado del gasto sanitario público. Además, sostiene que no se ha complementado con un aumento de los dispositivos de atención domiciliaria ni con la potenciación de los medios profesionales y técnicos de Atención Primaria y del servicio de Urgencias.
También critica que el CHOU sea el hospital de Galicia que más camas cierra y no precisamente porque se encuentre en obras, justificación que dio la conselleira María José Rubio.
Desde el CHOU insisten en que se trata de una iniciativa común a todo el sector sanitario derivado de la histórica reducción de ingresos, especialmente quirúrgicos programados, propia del verano, y de la falta de disponibilidad de profesionales para sustituir a los trabajadores que se van de vacaciones.
Asimismo, critica que, mientras el hospital cierra camas, las unidades de ingresos transitorias continúan abiertas, cuando son salas mínimamente dotadas para la hospitalización, habiendo pacientes que tienen que ser desviados a centros privados. Por ello y para poder atender posibles repuntes de la actividad por patologías propias del verano, reclama su apertura.
Fuentes del CHOU explican, sin embargo, que el cierre del 12% de las camas responde a la disminución de la actividad derivada de la reducción de los ingresos y recursos humanos en el periodo vacacional. No obstante, añaden que la calidad asistencial ordinaria y la normal atención de las urgencias tanto médicas como quirúrgicas y de atención a los procesos está garantizada. La reducción no afecta a la calidad asistencial, estando claramente planificada la puntual reactivación de camas en caso de necesidad. En esta línea, las unidades de respuesta rápida a la demanda de ingresos urgentes (Unidad de Ingresos Transitorios y Sala de Tránsito) se activará en función de las necesidades, igual que durante el resto del año, aseguran.
Asimismo, desde el Complexo Hospitalario afirman que en lo que va de mes no se han detectado problemas de saturación o sobrecarga de trabajo en el servicio de Urgencias y que las unidades transitorias de hospitalización estuvieron cerradas ayer.
Una gestión ineficaz
Eloína Núñez calificó de ineficiente la gestión del CHOU, ya que a las 96 camas cerradas este verano suma las 30 camas clausuradas el pasado año tras la apertura del edificio quirúrgico -la Gerencia del CHOU sostiene, sin embargo, que supuso la apertura de 10 más- y las 14 que por primera vez se cierran estos meses en el hospital de Verín.
Por ello se pregunta cómo se puede tomar esta medida si lo que trae como consecuencia es desviar más pacientes a otros hospitales, lo que supone un incremento desmesurado del gasto sanitario público. Además, sostiene que no se ha complementado con un aumento de los dispositivos de atención domiciliaria ni con la potenciación de los medios profesionales y técnicos de Atención Primaria y del servicio de Urgencias.
También critica que el CHOU sea el hospital de Galicia que más camas cierra y no precisamente porque se encuentre en obras, justificación que dio la conselleira María José Rubio.
Desde el CHOU insisten en que se trata de una iniciativa común a todo el sector sanitario derivado de la histórica reducción de ingresos, especialmente quirúrgicos programados, propia del verano, y de la falta de disponibilidad de profesionales para sustituir a los trabajadores que se van de vacaciones.
