Marie Curie, Irène Joliot-Curie, Dorothy Crowfoot Hodgkin y Ada Yonath son mucho más que cuatro nombres. Son parte de la historia científica mundial con mayúsculas porque sólo cuatro premios Nobel de Química han sido para una mujer y los cuatro llevan sus nombres. La israelí Yonath alcanzó el cielo de los reconocimientos por sus estudios de los ribosomas.
¿Cómo explicaría de forma sintética qué son los ribosomas para gente sin una gran formación química, como es mi caso?
Todo está compuesto de material genético, de ADN, que es como un libro de instrucciones. Los ribosomas son los encargados de leer esas instrucciones.
Hoy es conocida por su premio Nobel, pero ¿qué siente cuando echa la vista hacia atrás y recuerda sus inicios?
El éxito no fue el premio, sino el descubrimiento. Por supuesto, el premio es muy satisfactorio pero lo más grande fue el descubrimiento. Mirar hacia atrás me hace sentir bien. Al final todo ha ido bien, pudo ser difícil y pude encontrar problemas pero así es como fue.
Suele hablar para alumnos de diferentes niveles académicos. ¿Cree que el espíritu de los estudiantes ha cambiado?
Creo que sí. Muchos me preguntan después de mis clases sobre el material y sobre los estudios. Antes de mi premio, en Tel Aviv, preguntaba a los jóvenes de 17 o 18 años sobre ciencia y sabían poco. Tras el galardón, el interés ha aumentado.
¿Cree que la ciencia se enseña en los colegios de la forma adecuada?
No, porque el progreso va demasiado rápido. No tenemos herramientas acordes para integrar los nuevos descubrimientos y alcances científicos. Pero no con esto quiero decir que esté en contra de los profesores (ríe).
Es la cuarta mujer en la historia que ha ganado el premio Nobel de Química. ¿Tienen problemas las mujeres para entrar en el mundo científico o por lo menos es más difícil para ellas?
No lo sé porque todos somos seres humanos y, en mi opinión, todo el mundo debería tener opciones para hacer lo que le gusta. Puedes tener la oportunidad o no, pero no creo que dependa del género. Nosotras podemos ser madres y ellos no, eso sí es algo que depende del género. Pero la ciencia es ciencia. Si no hay más mujeres científicas es por razones sociales, pero no por capacidad. Yo no sé si es más difícil para las mujeres, ¿cómo podría? Nunca he sido un hombre.
Muchos profesionales en España critican los recortes económicos para la investigación. ¿Le parece peligroso que la ciencia de un país se estanque?
La próxima vez que venga espero que no haya crisis porque todo el mundo me pregunta sobre ella como si fuese responsable de algún modo o como si tuviese una solución (ríe). Incluso si los políticos me escuchasen, no sabría qué decirles porque la economía no es mi campo. En cualquier caso, espero que se recupere. En cuanto a la investigación, no es bueno no dedicar suficiente dinero a la ciencia.
Todo está compuesto de material genético, de ADN, que es como un libro de instrucciones. Los ribosomas son los encargados de leer esas instrucciones.
Hoy es conocida por su premio Nobel, pero ¿qué siente cuando echa la vista hacia atrás y recuerda sus inicios?
El éxito no fue el premio, sino el descubrimiento. Por supuesto, el premio es muy satisfactorio pero lo más grande fue el descubrimiento. Mirar hacia atrás me hace sentir bien. Al final todo ha ido bien, pudo ser difícil y pude encontrar problemas pero así es como fue.
Suele hablar para alumnos de diferentes niveles académicos. ¿Cree que el espíritu de los estudiantes ha cambiado?
Creo que sí. Muchos me preguntan después de mis clases sobre el material y sobre los estudios. Antes de mi premio, en Tel Aviv, preguntaba a los jóvenes de 17 o 18 años sobre ciencia y sabían poco. Tras el galardón, el interés ha aumentado.
¿Cree que la ciencia se enseña en los colegios de la forma adecuada?
No, porque el progreso va demasiado rápido. No tenemos herramientas acordes para integrar los nuevos descubrimientos y alcances científicos. Pero no con esto quiero decir que esté en contra de los profesores (ríe).
Es la cuarta mujer en la historia que ha ganado el premio Nobel de Química. ¿Tienen problemas las mujeres para entrar en el mundo científico o por lo menos es más difícil para ellas?
No lo sé porque todos somos seres humanos y, en mi opinión, todo el mundo debería tener opciones para hacer lo que le gusta. Puedes tener la oportunidad o no, pero no creo que dependa del género. Nosotras podemos ser madres y ellos no, eso sí es algo que depende del género. Pero la ciencia es ciencia. Si no hay más mujeres científicas es por razones sociales, pero no por capacidad. Yo no sé si es más difícil para las mujeres, ¿cómo podría? Nunca he sido un hombre.
Muchos profesionales en España critican los recortes económicos para la investigación. ¿Le parece peligroso que la ciencia de un país se estanque?
La próxima vez que venga espero que no haya crisis porque todo el mundo me pregunta sobre ella como si fuese responsable de algún modo o como si tuviese una solución (ríe). Incluso si los políticos me escuchasen, no sabría qué decirles porque la economía no es mi campo. En cualquier caso, espero que se recupere. En cuanto a la investigación, no es bueno no dedicar suficiente dinero a la ciencia.
