Encauzar el período medio de pago a proveedores es uno de los muchos retos que se le resisten al Concello de Ourense, que en los últimos años solo en abril de 2021 fue capaz de fijar el indicador por debajo de los 30 días. En el dato correspondiente al mes de marzo de este año, el plazo se ha disparado por encima de los 68 días, lo que supone que esta sea la cifra más alta de todas las ciudades de Galicia.
Tres urbes de la Comunidad cerraron el primer trimestre del ejercicio dentro de los límites establecidos por la legislación. Lugo es la que tramita sus facturas con éxito más rápido, en poco más de siete días de media, seguida muy de cerca por Vigo, que fijó el indicador en algo más de ocho días. A Coruña, con 24 días, es el otro municipio que se ciñe a los plazos.
Fuera de ese límite están Ferrol, Pontevedra y Santiago, las dos primeras cerca de corregir los defectos al estar en 31 y 37 días de tardanza media. En el caso de la capital de Galicia, el comportamiento es muy similar al de Ourense, al tener el período medio de pago por encima de los dos meses.
