De un tiempo a esta parte la cuestión laboral presenta una gran paradoja: las cifras de paro son importantes y las empresas no consiguen trabajadores para incorporar. La construcción, la automoción y el metal son los sectores con más demanda laboral, a los que nadie o muy pocos quieren incorporarse.
Podríamos pensar que en alguno de esos oficios existe una gran penosidad física, lo que espantaría a los eventuales candidatos, pero es que también en otros oficios ocurre lo mismo. Urge incorporar informáticos, ya que las profesiones vinculadas a esta actividad tienen un importante déficit.
Sumemos a ello que hacen falta médicos, personal de enfermería o auxiliares de clínica, profesionales del sector comercio y un largo etcétera. Supongo que será complejo encontrar la causa de esta situación pero podemos anotar, entre otras, un sistema educativo que no engancha con la necesidad de las empresas y luego, sobre todo, una muy mejorable gana de trabajar. Al menos bajo los requisitos que hoy imponen las empresas.