En torno a 7.000 extranjeros están trabajando ya en Ourense en sectores como la hostelería y la construcción. En el terreno de los datos hay algunos otros también llamativos como que uno de cada 15 empleados de la provincia procede ya de otros países, una cifra que se sigue incrementando.
Esta cuestión no es nueva, efectivamente, y casi todos hemos visto y escuchado a personas con otros acentos trabajar en las más diversas actividades. Tampoco es nuevo recordar que están en sectores de los que los ourensanos en edad de trabajar y condiciones para hacerlo no quieren.
Los que llegan a trabajar aquí reconocen que esta es una tierra de oportunidades, en la que el esfuerzo suele tener recompensa y que la sociedad es acogedora. Es muy posible que, una vez más, gente de afuera venga a decirnos que Ourense merece la pena, cuando una buena parte de sus habitantes desdeña la provincia, dando un portazo sin mirar atrás.
