Dice hoy una información de La Región que los edificios ourensanos son los de más bajo valor de España. A este tipo de noticias deberíamos darle una pensada, en general a casi todas las estadísticas que se refieren a la provincia. Demos por hecho de que Ourense está siempre en todos los indicadores de última o entre las últimas y demos como noticia la excepción, es decir, que no lo está.
A esta situación no se llega por casualidad sino por una larga y pertinaz sucesión de hechos y políticas erróneas que nos dejan a la cola. Invertir esa variable ni es fácil ni será para pronto, como hemos dicho aquí en varias ocasiones. Volviendo al principio, si hablamos de valor de los edificios tenemos que reparar en la cantidad de ellos que están deshabitados y la pésima gestión municipal en este sentido.
La ciudad sigue y seguirá sin plan de urbanismo, que es como claudicar de diseñar la ciudad del futuro. También permanece sin revisar el plan de recuperación del casco histórico, que es tanto como ignorar un patrimonio que languidece.
En este escenario, conocer que un inversor rehabilitará un edificio en la calle del Paseo para viviendas de lujo, como ha contado La Región estos días, es como para darle la bienvenida. Eso sí que es una excepción en medio la actual desidia urbanística, por lo tanto es noticia.
