Explica que el colectivo gallego en México vive con más tranquilidad la ‘nueva gripe’ que en España

La comunidad mexicana en Ourense teme la posible suspensión de vuelos de ida a su país

La posibilidad de quedar incomunicados con amigos y familiares residentes en México, si fructifica, de forma preventiva, la suspensión de vuelos, o el supuesto ‘racismo’ que se vive en España ‘al pensar que todos los mexicanos o los recién llegados de allá podamos portar el virus de la influenza’ son algunas de las preocupaciones que manifiesta la comunidad ourensana de emigrantes retornados mexicanos, según explican algunos de ellos como Miguel Ángel Janeiro, de 29 años, y José Luis Nogueira, de 32.
La colonia mexicana en Ourense, que ocupa principalmente las comarcas de O Carballiño y O Ribeiro, vive con preocupación la propagación del brote del virus de la influenza en su país de origen. Y aunque en México, esta comunidad vive la situación con calma, al no haberse registrado ningún gallego entre los infectados por la ‘nueva gripe’, según informaron vía telefónica, el presidente del Centro Gallego de México, Luis Piñeiro Gil, o el presidente de la Unión de Empresarios Gallegos, Antonio Cortés Ogando, las cosas desde el otro lado del Atlántico, no se ven tan claras.

‘El mensaje que nuestras familias nos dan por teléfono es de completa tranquilidad, pero nosotros estamos aquí sin saber a ciencia cierta qué es lo que está pasando, pues nos da la impresión que la cosa es más grave de lo que parece’, explica el joven mexicano Miguel Ángel Janeiro Fernández, hijo de emigrantes del Concello de Boborás, quien reside en Galicia desde hace 4 años. Janeiro, quien volvió de México, por motivos vacacionales hace tres semanas después de visitar los estados de Guerrero, Veracruz y el Distrito Federal, agrega que la nueva gripe puede provocar en España ‘un racismo colectivo que si no lo paramos nos va a perjudicar en algo tan fundamental como son las relaciones personales’. En este sentido, puntualiza que ‘lo primero que hace la gente al enterarse que soy de México o descubrir mi acento, es preguntarme cuándo fue la última vez que estuve allá y si en estos momentos me siento enfermo, pues si tuviera algún síntoma sería el primero en ir al médico y pedir mi aislamiento’.

Esta misma teoría la confirma el emigrante retornado José Luis Nogueira, quien vivió 25 años en la capital azteca, y trabaja actualmente como director de una sucursal bancaria en la localidad lucense de Monforte. Nogueira asegura que más de algún empleado de la oficina bancaria le ha preguntado si mantiene contacto con algún amigo o familiar afectado. Sin embargo, el punto que más le preocupa es la medida propuesta ayer, por el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, a la Unión Europea, en la que solicita suspender los vuelos a México. Para Nogueira, si esto sucediera ‘nos quedaremos incomunicados con nuestros amigos y familiares y eso no es justo’.

Los facultativos ponen en marcha el mismo protocolo usado con la gripe aviar

La Dirección Xeral de Saúde Pública ha remitido a todos los hospitales de Galicia el protocolo de actuación ante posibles casos de nueva gripe. La primera medida consiste en el ingreso hospitalario y la colocación de una máscara quirúrgica. La detección será comunicada inmediatamente al Servicio de Medicina preventiva del hospital, encargada de las comunicaciones al Ministerio de Sanidad los datos incluidos en la encuesta para detectar la gripe A/H1N1 de origen porcino. Acto seguido, la toma de muestras se remitirán al centro de referencia (en el caso gallego, al Hospital Meixoeiro de Vigo) para su análisis microbiológico. La jefa del Servicio de Medicina Preventiva del Complexo Hospitalario, Berta Uriel, señala que los facultativos están plenamente preparados para asumir este protocolo, ya que es el mismo que se puso en marcha con el brote de gripe aviar de 2005. Las medidas de precaución consisten en la provisión de protectores respiratorios FFFP2, que de no estar disponibles, se sustituirán por mascarillas quirúrgicas, usando varias a la vez. También se utilizarán guantes, gafas, protector ocular completo, gorro, bata de manga larga no estéril y mandil de plástico en caso de que la bata no sea impermeable. Estos utensilios, de un solo uso, los utilizará la familia que visite al paciente, el personal sanitario, operarios de limpieza o lavandería y los trabajadores de los laboratorios donde se manipulen muestras del paciente.

Entre siete y 21 días de aislamiento

Una de las características más importantes del tratamiento de la nueva gripe es el aislamiento de los pacientes diagnosticados, con el fin de evitar que la enfermedad se contagie a otras personas. Según el protocolo recomendado por la Dirección Xeral de Saúde Pública, la duración de las medidas de control consiste en siete días después de la fiebre (para adultos y niños mayores de 12 años) y 21 días en caso de pacientes de menos de 12 años. Las medidas de aislamiento consisten en cuartos individuales. De no ser posible, los casos probables de nueva gripe se situarán en cuartos comunes, con las camas separadas a más de un metro de distancia entre ellas y con barreras físicas (cortinas o biombos). Los pacientes, con mascarilla y traje protector, deberán evitar las salidas de la habitación. El personal que los atienda debe ir provisto de medidas de protección y desinfectar las manos al finalizar. Tras el alta del paciente, la habitación debe ser esterilizada.



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