La concesión de la licencia que el Concello de Vilamarín dio a Cárnicas Doval y que después fue revocada por el Alto tribunal gallego obliga ahora a la institución a indemnizar al empresario con 60.000 euros. El BNG pidió la dimisión del alcalde.
El Concello de Vilamarín deberá pagar a la empresa Cárnicas Doval una indemnización cercana a los 60.000 euros por la concesión indebida de la licencia de actividad, que le obligó a cerrar tras la resolución judicial dictada en relación a un proceso iniciado por los vecinos. Un grupo de afectado se mostró descontento con la labor de esta empresa (con matadero de porcino y vacuno) próxima a las viviendas (en el núcleo de Bouzas) y motivó la reclamación del empresario por daños y perjuicios.
Este asunto acaparó la sesión plenaria debido a una moción del BNG en la que reclamaba la dimisión del alcalde, el popular Amador Vázquez. Según los nacionalistas, los trámites para la concesión presen taban múltiples irregularidades, en alusión a que era suelo no urbanizable, que incumplía el reglamento sanitario o que se trataba de un proyecto más concebido para matadero que para fábrica de embutidos.
La dimisión no se hizo efectiva pues la moción fue rechazada por el grupo de gobierno. El alcalde alegó que seguimos convencidos de que debiamos dar a licencia porque había informes favorables de Medio Ambiente e Urbanismo, sólo estaban en contra os sanitarios. Iindicó que la empresa mientras estuvo operativa generou moita riqueza no municipio. En relación a la indemnización que debe pagar el Concello, Amador Vázquez aseguró que estamos contentos, foi o menos malo que puido pasar, haciendo referencia a que se estableció la cuantía fijada por los propios técnicos municipales. Además, indicó que el Concello ten saldo para hacerle frente.
Este asunto acaparó la sesión plenaria debido a una moción del BNG en la que reclamaba la dimisión del alcalde, el popular Amador Vázquez. Según los nacionalistas, los trámites para la concesión presen taban múltiples irregularidades, en alusión a que era suelo no urbanizable, que incumplía el reglamento sanitario o que se trataba de un proyecto más concebido para matadero que para fábrica de embutidos.
La dimisión no se hizo efectiva pues la moción fue rechazada por el grupo de gobierno. El alcalde alegó que seguimos convencidos de que debiamos dar a licencia porque había informes favorables de Medio Ambiente e Urbanismo, sólo estaban en contra os sanitarios. Iindicó que la empresa mientras estuvo operativa generou moita riqueza no municipio. En relación a la indemnización que debe pagar el Concello, Amador Vázquez aseguró que estamos contentos, foi o menos malo que puido pasar, haciendo referencia a que se estableció la cuantía fijada por los propios técnicos municipales. Además, indicó que el Concello ten saldo para hacerle frente.
