La juez le impone dos años de cárcel pese a que el fiscal pedía ocho

Condenado por obligar a su pareja e hijos a pegarse

Juzgado de Instrucción 3, en donde se instruyó la causa contra Pedro Taboada. (Foto: XESÚS FARIÑAS)
La magistrada del Juzgado de lo Penal 1 de Ourense ha condenado a Pedro Taboada Pajarín, de 38 años de edad, a una pena de dos años y tres meses de prisión, 60 días de trabajos en beneficio de la comunidad así como la prohibición de portar armas (seis años) y acercarse a su ex pareja sentimental y a los hijos de ésta durante tres años.
Todo ello por maltratarlos y lesionar la mujer durante la convivencia. Pese a que él lo justificó como un juego educativo, la sentencia considera que hubo maltrato a los menores cuando los obligaba junto a la madre a que se agredieran entre sí por turnos, de forma que el que pegase con poca fuerza era golpeado fuertemente por el condenado. El fallo considera que 'a la vista de los hechos relatados por los menores no era un simple juego ya que se hacían daño y ninguna finalidad educativa puede verse en dicha práctica'.

La sentencia considera probado que fruto de estas perversiones su ex pareja sufrió lesiones como, entre otras, la inmovilización de un brazo en cabestrillo. Asimismo, en dos o tres ocasiones el condenado obligó a uno de los menores a ponerse de rodillas con los brazos en cruz durante 20 minutos.

La propia madre se ofrecía a sustituir al pequeño, a la vista de la actitud del acusado con su hijo. En este caso, según aclaró en la vista oral, lo hacía con el pretexto de evitar que el niño mintiera.

Pese a lo defendido por el fiscal, quien llegó a imputar a Taboada Pajarín siete delitos y a reclamar un pena total de ocho años y siete meses de cárcel, no quedó acreditado que el acusado en alguna práctica similar a las descritas utilizase un cuchillo bajo la presión de clavar el mismo a quien perdiera el juego.

La magistrada estima que el encausado padece un trastorno esquizotípico, unido a un consumo abusivo de alcohol, que no limita de manera importante o anula su capacidad volitiva e intelectiva.

Y pese a que la mujer no quiso declarar, el fallo recoge que vivía en una situación de angustia permanente. Incluso el 5 de abril de 2008 arrojó papeles por la ventana solicitando auxilio.

Un vecino dio la voz de alarma al leer un papel
Los hechos que llevaron a Pedro Taboada a sentarse en el banquillo parten del atestado policial elaborado el 5 de abril de 2008 cuando un vecino de la Carretera de Vigo leyó uno de los papeles que la víctima arrojó por la ventana y en los que pedía auxilio porque sus hijos estaban siendo agredidos.

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