La Asociación de Constructores de Ourense recomienda examinar con cautela la vialibilidad de nuevas promociones antes de comenzar su ejecución, aunque no llega al extremo de los promotores gallegos, que piden que se paren las obras que no lleven el 50% vendido.
Precaución a la hora de iniciar obras nuevas. Es la recomendación que realiza la Asociación de Constructores de Ourense ante la situación actual de recesión en el sector, aunque muchos ya no están por empezar, según reconoce su presidente, Eligio Nieto. Aconseja, asimismo, realizar estudios de viabilidad aunque, si no hay problemas de solvencia y liquidez, entiende que esta situación durará un tiempo, pero luego se venderá.
Los constructores ourensanos critican a la banca por endurecer las condiciones para dar financiación y piden más obra pública, que es, dicen, muy escasa: en el primer trimestre de 2008, Ourense sólo recibió el 3,5% del importe total licitado en Galicia.
La asociación ourensana no llega al extremo de la Federación Gallega de Promotores, que propuso parar obras que no tengan garantizada la venta de la mitad de las viviendas. No veo que sea necesaria una medida tan radical, sostiene Nieto, que entiende que la propuesta va dirigida más a las zonas costeras. Según asegura, el sector en Ourense es profesional y cada uno sabe cuál es su situación y adaptarse a sus necesidades. Eso sí, constata que ahora se está construyendo con más lentitud: si antes se tardaba unos dos años en ejecutar un edificio, al ritmo actual rondará los tres. El presidente de los constructores ourensanos se muestra crítico con la actitud de las entidades bancarias, porque son más reacias a prestar financiación y, si lo hacen, es muy cara. En este sentido, cuestiona que los bancos estén ofreciendo resultados en los que anuncian grandes beneficios, pero sean muy exigentes para prestar dinero tanto a compradores como a constructores aunque presentan buenas posibilidades de pago. Nieto añade que el sector inmobiliario y la economía en general siempre sufrió estos ciclos, pero ahora es diferente, porque no se había registrado antes una situación tan difícil con los bancos. A ello se añade una gran inseguridad jurídica por los continuos cambios normativos (como el Código Técnico de la Edificación y, más recientemente, de las Normas do Hábitat), además de la anulación del Plan Urbanístico de la ciudad, ante lo que los constructores piden a las autoridades que muestren más responsabilidad.
Necesitamos obra pública más que nunca
Para mantener el nivel de empleo y la actividad del sector en la provincia, el sector demanda más obra pública. La necesitamos más que nunca, explica el presidente del sector en Ourense que, no obstante, explica que la actividad en este área en lo que va de año ha sido muy escasa en Ourense.
Los informes de licitación que realiza Seopan (asociación que agrupa a grandes constructoras españolas) avalan esta aprecia ción. En concreto, en el primer trimestre del año, las obras públicas licitadas en Ourense ascendieron a 28.443.000 euros, lo que supone una caída del 15% con respecto al mismo periodo del año anterior, ejercicio en el que Ourense ya había sido la provincia gallega con menor volumen de obra pública licitada, con sólo un 9% del total de Galicia. Esta situación se repite, pero agravada, en lo que va de 2008: frente a sólo 28,4 millones licitados en Ourense, Lugo ya alcanzó los 153,9 millones, Pontevedra se situa en 215,5 y A Coruña supera los 427,6. Es decir, de los 825,6 millones licitados en Galicia, Ourense sólo recibió el 3,5%.
Los constructores sostienen que la obra pública será fundamental para mantener el volumen de empleo. En verano se trabaja más, y la obra iniciada va a continuar. Luego, a ver qué pasa, concluye Nieto.
Los constructores ourensanos critican a la banca por endurecer las condiciones para dar financiación y piden más obra pública, que es, dicen, muy escasa: en el primer trimestre de 2008, Ourense sólo recibió el 3,5% del importe total licitado en Galicia.
La asociación ourensana no llega al extremo de la Federación Gallega de Promotores, que propuso parar obras que no tengan garantizada la venta de la mitad de las viviendas. No veo que sea necesaria una medida tan radical, sostiene Nieto, que entiende que la propuesta va dirigida más a las zonas costeras. Según asegura, el sector en Ourense es profesional y cada uno sabe cuál es su situación y adaptarse a sus necesidades. Eso sí, constata que ahora se está construyendo con más lentitud: si antes se tardaba unos dos años en ejecutar un edificio, al ritmo actual rondará los tres. El presidente de los constructores ourensanos se muestra crítico con la actitud de las entidades bancarias, porque son más reacias a prestar financiación y, si lo hacen, es muy cara. En este sentido, cuestiona que los bancos estén ofreciendo resultados en los que anuncian grandes beneficios, pero sean muy exigentes para prestar dinero tanto a compradores como a constructores aunque presentan buenas posibilidades de pago. Nieto añade que el sector inmobiliario y la economía en general siempre sufrió estos ciclos, pero ahora es diferente, porque no se había registrado antes una situación tan difícil con los bancos. A ello se añade una gran inseguridad jurídica por los continuos cambios normativos (como el Código Técnico de la Edificación y, más recientemente, de las Normas do Hábitat), además de la anulación del Plan Urbanístico de la ciudad, ante lo que los constructores piden a las autoridades que muestren más responsabilidad.
Necesitamos obra pública más que nunca
Para mantener el nivel de empleo y la actividad del sector en la provincia, el sector demanda más obra pública. La necesitamos más que nunca, explica el presidente del sector en Ourense que, no obstante, explica que la actividad en este área en lo que va de año ha sido muy escasa en Ourense.
Los informes de licitación que realiza Seopan (asociación que agrupa a grandes constructoras españolas) avalan esta aprecia ción. En concreto, en el primer trimestre del año, las obras públicas licitadas en Ourense ascendieron a 28.443.000 euros, lo que supone una caída del 15% con respecto al mismo periodo del año anterior, ejercicio en el que Ourense ya había sido la provincia gallega con menor volumen de obra pública licitada, con sólo un 9% del total de Galicia. Esta situación se repite, pero agravada, en lo que va de 2008: frente a sólo 28,4 millones licitados en Ourense, Lugo ya alcanzó los 153,9 millones, Pontevedra se situa en 215,5 y A Coruña supera los 427,6. Es decir, de los 825,6 millones licitados en Galicia, Ourense sólo recibió el 3,5%.
Los constructores sostienen que la obra pública será fundamental para mantener el volumen de empleo. En verano se trabaja más, y la obra iniciada va a continuar. Luego, a ver qué pasa, concluye Nieto.
