Los comerciantes estiman que 70 establecimientos cerraron en Ourense por dificultades económicas

Bajo consumo y altos alquileres llevan al cierre a numerosos comercios ourensanos

Un cartel de ‘Se alquila’, en el escaparate de un local comercial de la ciudad. (Foto: Miguel Ángel)
Un descenso del consumo (según los comerciantes, entre un 20 y un 30% con respecto a años anteriores) y unos elevados alquileres que los propietarios se niegan a bajar están dificultando la supervivencia de muchos negocios, particularmente los abiertos en los últimos dos años.
En un recorrido por las calles de la ciudad, cada vez es más habitual ver carteles de ‘Se alquila’, ‘Se vende’, ‘Se traspasa negocio’ o ‘Liquidación por cierre’, que proliferan en los escaparates de los establecimientos comerciales en los últimos meses. El descenso del consumo que está provocando la crisis económica general y el alto coste de los locales comerciales están afectando gravemente a la viabilidad de muchos negocios.

Según estimaciones de la Federación de Comercio, en Galicia se han cerrado aproximadamente unos 400 establecimientos comerciales en los últimos meses por motivos de dificultades económicas (no incluye a los que cierran por jubilación), de los que aproximadamente unos 70 están en Ourense.

Las dificultades afectan sobre todo a negocios que se pusieron en marcha hace menos de dos años, porque tienen que hacer frente a inversiones importantes para su puesta en marcha y las ventas no están respondiendo a las expectativas iniciales. De hecho, el descenso de ventas, según los comerciantes, se sitúa entre el 20 y el 30% con respecto a los últimos años.

Uno de los mayores problemas es el elevado precio de los alquileres de los locales comerciales, particularmente los ubicados en calles más céntricas. ‘Los propietarios de los locales no ajustan los precios al momento actual. Siguen pretendiendo cobrar alquileres como en meses anteriores y tendrán que adaptarse’, indica el presidente de la Federación de Comercio de Ourense, Aurelio Gómez Villar.

Rentas altas

En las inmobiliarias también constatan esta situación, pues desde principios de año están entrando muchos más locales de los que dan salida. ‘Las rentas son muy altas y no pueden pagarlas, pero los propietarios tampoco son partidarios de bajarlas’, señala Ramón Fernández, de la inmobiliaria Centro. También es cierto, según reconocen, que los precios que se piden en muchos casos son ‘bar baridades, al igual que pasaba con los pisos’.

Así, locales de tamaño medio en la calle del Paseo afrontan rentas de 12.000 euros mensuales, asumidas por cadenas ‘que no tienen tantos problemas, porque van compensando las ventas de unos lugares con otros’. Otro establecimiento de la calle Santo Domingo se acaba de arrendar por 5.000 euros, también para una cadena de telefonía. No obstante, los comerciantes ourensanos asumen locales con rentas más modestas, en torno a los 1.500 euros. En los barrios, los alquileres son más bajos (uns 500 euros por un local de tamaño medio), pero también la situación es más difícil. ‘Si cierra un comercio en la calle Santo Domingo, en pocas semanas abre otro, pero si cierra en los barrios, es difícil que vuelva a abrir’, señala Gómez Villar.


Rechazo a siete de cada diez renovaciones de crédito

Otro de los problemas a los que tienen que hacer frente los comerciantes es la dificultad para obtener financiación o renegociarla. Según indican, siete de cada diez solicitudes para renovar las pólizas de crédito están siendo rechazadas, lo que agrava la situación de los negocios, según indicó Gómez Villar. Por eso, desde la Federación de Comercio reclaman al Igape que busque líneas de colaboración con entidades bancarias para solventar esta situación.

Los comerciantes también están detectando que los concellos, ante las dificultades para obtener recursos como hasta ahora, también están incrementando los impuestos, por lo que piden que se congelen. Igualmente, reclaman que se rebajen temporalmente las cotizaciones de los comerciantes, mientras no vuelva a registrarse un repunte en el consumo.

Dificultades En todo caso, según las estimaciones del sector, esta difícil situación no se solventará pronto, sino que se mantendrá todavía en los próximos meses. De hecho, calculan que el próximo año incluso será más difícil que el actual, aunque algunos analistas sostienen que a finales del ejercicio podría registrarse alguna mejora.

Pocos traspasos y sin relevo

No sólo el alquiler o la venta de locales atraviesa un mal momento, sino que el traspaso del negocio también es difícil, ya que ante la coyuntura económica son pocos los que se atreven a asumirlos. También las rentas son elevadas en estos casos, aunque en ocasiones, tras varias negociaciones, se alcanzan acuerdos con rebajas sustanciales sobre las pretensiones iniciales. Igualmente, el relevo generacional es escaso en el comercio tradicional ourensano y, según indican los comerciantes, los hijos que optan por continuar en el sector prefieren las franquicias porque consideran que son más viables.

Caída del empleo Según datos de septiembre, el comercio cuenta en Ourense con 5.064 autonómos, lo que supone una caída de 259 con respecto al mismo mes de hace dos años, en momento de bonanza económica. Mientras, la afiliación en el régimen general es de 6.815 personas, 127 menos que hace dos años.

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