Ourense ‘perdió’ el último año y medio hasta 40 millones de euros de Fomento y Medio Ambiente

La contratación de obra pública reduce un 30% las inversiones anunciadas en las licitaciones

Los organismos estatales que promovieron las obras más importantes en Ourense durante 2007 y lo que va de 2008, Fomento y Medio Ambiente, aplicaron una rebaja media del 30% (en algunos casos hasta un 50%) sobre la previsión inicial de gasto que habían realizado en la provincia. En concreto, el análisis de las 45 principales obras tramitadas en el periodo citado muestra que se licitaron por 129.581.370 euros, pero finalmente se contrataron por 89.738.727 euros.
Un 30%. Es la rebaja media que aplica el Estado al contratar obras en Ourense con respecto al presupuesto base que establecen sus técnicos cuando preparan el proyecto. Así lo muestran los datos relativos a las principales obras cuyas adjudicaciones se publicaron en el BOE entre 2007 y lo que va de 2008.

Así, el año pasado, las 25 principales obras promovidas en Ourense (la mayor parte correspondientes a los ministerios de Fomento o de Medio Ambiente) salieron a licitación por un importe de 76.464.971 millones de euros, pero se contrataron por 52.760.102, lo que supone una diferencia de 23,7 millones de euros (30% del total) gracias a las rebajas de las ofertas que presentan las constructoras.

El análisis de los proyectos muestra que el recorte mínimo sobre el presupuesto inicial ronda el 15%, pero alcanza hasta el 50%. Así, la restauración hidrológico-forestal de los ríos Casaio y Santana supuso un ahorro del 45% del presupuesto inicial de licitación, que había sido de 11.325.162 euros, que se quedaron en 7.575.401. El ahorro para Fomento también alcanzó el 38% en la mejora de accesos a los puentes Ribeiriño y Milenio, que se realizó por 1.635.985 euros, cuando había sido licitada por 2.615.901. La mayor diferencia se registra en el contrato de repintado de marcas viales en la autovía y otras ocho carreteras nacionales de la provincia, que ascendió finalmente a 1.504.789, la mitad de lo estimado por los técnicos de Fomento (3.036.298 euros). También hay una diferencia muy importante (seis millones de euros) en la adjudicación de obras en los colectores del tramo entre Puente Nuevo y Balneario, realizada el año pasado: las obras se habían licitado por 20.618.476 euros y se contrataron por 14.738.087.

La situación se repite en lo que va de 2008, con rebajas que también oscilan entre un 10 y un 50%, según el análisis de los 20 proyectos más significativos. El mayor recorte en las obras adjudicadas este año se registra en la contratación de la barrera de seguridad para la autovía A-52 en el tramo entre el Alto de As Estivadas y el límite de la provincia de Pontevedra, cuyo coste se había estimado inicialmente en 4.980.187 euros y se quedó en 2.581.729. También es notable la diferencia en la mejora de firme en un tramo de la A-52 entre Ourense y Ponteareas, que casi alcanza los seis millones de euros: el coste previsto era de 15.459.074 euros, pero se quedó en 9.237.278. Otros casos significativos son las rebajas para la casa cuartel de Xinzo (de 2.223.477 euros a 1.670.987) o la estabilización de taludes de la N-120 (de 2.962.903 a 1.757.890 euros).

Si bien los datos expuestos se refieren al año 2007 y primer semestre de 2008, también se produjeron otros casos significativos en años anteriores, como ocurrió con la contratación de las obras de alta velocidad. De hecho, los proyectos de la línea AVE entre Ourense y Santiago (que fueron licitados y adjudicados entre 2004 y 2006) salieron con una estimación inicial de coste que ascendía a 1.105,78 millones de euros, pero se contrataron por 863,10 millones, lo que supone una diferencia de 242,68 millones.

Análisis

La selección por parte de los organismos estatales de la oferta presentada por una constructora para determinada obra se realiza teniendo en cuenta no sólo la rebaja económica que presentan, sino criterios como la calidad de materiales, las mejoras ambientales... No obstante, profesionales del sector reconocen que a veces se realizan bajas temerarias en las ofertas presentadas, lo que luego acaba repercutiendo en la calidad final. Pero también reconocen que hay casos ‘puntuales’ de picaresca en que, una vez obtenida una obra, se presentan a la Administración cambios sobre el proyecto inicial para lograr un aumento del presupuesto.


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