Afrontar el “colapso, la sobrecarga de trabajo y el maltrato” que denuncian los médicos internistas era el objetivo de la reunión de ayer en Santiago entre el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña; los gerentes de las áreas sanitarias; y los jefes de Medicina Interna de los hospitales gallegos. La recién nombrada jefa de internistas del Complexo Hospitalario de Ourense (CHUO), María Bustillo, se estrenó en su cargo acudiendo a esta cita, que concluyó con dos acuerdos: los nuevos contratos podrán incluir un periodo de colaboración en un hospital comarcal que lo necesite y la gestión de vacantes de todas las áreas se hará de forma centralizada.
García Comesaña, que negó que se haya maltratado a los profesionales sanitarios, indicó que los jefes de servicio rechazaron el adelanto de la Oferta Pública de Empleo (OPE) y el concurso de traslados porque “afectaría a la planificación de las vacaciones”. Según el conselleiro, los internistas “pidieron esperar hasta después del verano” y añadió que la OPE estará “lista para ejecutarse a principios de octubre”.
La primera medida, según los sindicatos, está abocada al fracaso. “Es el pez que se muerde la cola. Si a los internistas los obligas a ir cuatro meses a un hospital comarcal, se irán a otras comunidades autónomas o a la sanidad privada”, aseguró ayer a este diario Alberto Escobar, delegado sindical en Ourense de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (Cesm). De la misma opinión es Juan José González Soler, internista del CHUO, vocal del Colegio de Médicos de Ourense y vicepresidente de la Sociedade Galega de Medicina Interna (Sogami), que fue uno de los firmantes de la carta en la que denunciaron la situación insostenible del servicio. “En Ourense ya se obliga a los internistas a cubrir guardias en los hospitales comarcales. Los internistas ourensanos hemos sido pioneros en esta medida. Cubrimos siete u ocho guardias mensuales en O Barco desde noviembre de 2021. Esos contratos no van a ser una solución para los comarcales. De hecho, pueden provocar que los profesionales de los hospitales centrales se vayan si les obligan a ir a los comarcales”, explicó González.
Aunque la reunión, de dos horas y media, terminó con “cierto consenso” y el compromiso de seguir hablando, los sindicatos no descartan ir a la huelga si no se soluciona el colapso asistencial. “Reclamamos la cobertura del 100% de plazas vacantes y planes funcionales de los servicios. Si no se ponen en marcha medidas, no descartamos organizar movilizaciones que culminen en una huelga”, anunció Manuel Rodríguez, secretario general del sindicato O’Mega, que se reunió el pasado miércoles con representantes de todos los hospitales gallegos.
"El servicio se ha roto"
La segunda medida, centralizar la gestión de vacantes, fue, en cambio, mejor valorada. “Es mejor analizar las necesidades a nivel global, aunque deberían ser valientes y hacer ofertas laborales competitivas”, opinó González Soler, que denunció que “el servicio se ha roto” porque no pueden asegurar su trabajo y pidió que la Xunta solucione el problema “de manera inminente”. Este internista del CHUO explicó que si tienen 18 pacientes y solo le dedican 5 o 6 minutos a cada uno, “la posibilidad de cometer errores es mucho mayor. Tenemos que andar corriendo por el hospital y apenas podemos escucharlos. Manejamos a los pacientes más complejos, con muchas patologías y que toman muchos medicamentos. La prioridad es blindar a los pacientes más vulnerables”.
Escobar calculó que el CHUO y Valdeorras necesitan cubrir 10 o 12 vacantes y propuso como solución ofrecer condiciones atractivas, tanto económicas, como de carga de trabajo y de libranzas.
Rodríguez apostó por cubrir las vacantes con un concurso de méritos, sin examen. “En Atención Primaria, se ofrecieron 106 plazas y aparecieron 200 solicitudes. Los médicos aparecen cuando les ofreces una plaza y no pan para hoy y hambre para mañana”, destacó.
Nada envidiable se presenta la tarea de la nueva jefa del Servicio de Medicina Interna, María Bustillo, que no quiso hacer declaraciones, y que González Soler definió como “una persona de la casa, competente, dedicada, implicada, responsable y conocedora de los problemas del área sanitaria”.
