Un nuevo socavón en el tramo inferior de la calle cerró la circulación entre Juan XXIII y la plaza de Concepción Arenal

Un corte en la avenida de La Habana causa un caos de tráfico en el centro

Un operario se cuela por una alcantarilla para examinar el boquete. (Foto: Xesús Fariñas)
La avenida de La Habana vivió ayer un "dejá vu". Como hace casi tres semanas, un socavón obligó a las 16.20 horas de ayer, de nuevo, a cortar el tráfico de vehículos en el tramo inferior de la calle, aunque en este caso fue entre Juan XXIII y la plaza Concepción Arenal, causando un caos de circulación en el centro de la ciudad durante buena parte de la tarde.
La causa del socavón fue, al igual que en la ocasión anterior, la filtración de agua al terreno, que es arenoso, lo que fue minando el firme hasta su hundimiento. El problema radicaba ayer en una tajea (conducto por el que las aguas residuales van al sumidero), que, dada su antigüedad, iba filtrando el agua al terreno.

Durante la tarde ayer el Concello preveía que a última hora se pudiera abrir al tráfico un carril de la circulación y continuar trabajando en la reparación del firme en la zona afectada, tal y como se realizó con el socavón anterior. No obstante, la situación obligó a desviar el tráfico en sentido salida de la ciudad hacia Curros Enríquez y hacia Juan XXIII los que circulaban en sentido centro, dado que la ubicación del socavón -a la altura del cruce con Florentino Cuevillas- impidió que se utilizase esta calle, como ocurrió en la ocasión anterior, como vía alternativa para el tránsito.


coincidencia con obras

Y mientras los operarios de Aquagest trabajaban en la reparación de la tajea, la Policía Local estaba regulando el tráfico en distintos cruces. A pesar de que varios agentes intentaban agilizar el tránsito de vehículos, las circunstancias impidieron la normalidad en la circulación.

Al corte del tramo inferior de la avenida de La Habana -una de las principales arterias de la ciudad- se unían ayer la lluvia, la coincidencia de obras en Progreso y Ervedelo y las fiestas en O Couto, todo ello en una tarde de viernes, cuando el tráfico suele ser más intenso. Estos ingredientes ocasionaron numerosos atascos en el centro de la ciudad durante la tarde, siendo la calle Juan XXIII una de las más afectadas. Y mientras la mayoría de los conductores se desesperaban por la situación del tráfico, los peatones que transitaban por la avenida de La Habana seguían con atención las labores de los operarios de Aquagest, dado que el socavón causó una gran expectación entre los transeúntes y los vecinos.

No en vano, el pasado 20 de abril otro socavón, unos metros más abajo del que se produjo ayer, obligaba también a cortar el tráfico. Aunque en aquella ocasión el hundimiento del terreno también estuvo causado por la filtración de agua, entonces procedía de la acometida de un edificio próximo. La antigüedad de la red de abastecimiento, unida en este caso al estado del subsuelo en la avenida de La Habana, están detrás de este problema.

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