Los perceptores de una pensión siguen siendo mayoría en la provincia, aunque la brecha se ha estrechado en 7.000 personas en los tres últimos años
La situación de envejecimiento y despoblación en Ourense muestra su cara más dramática en las estadísticas de la Seguridad Social, ya que la provincia apenas ha registrado desde el arranque de los noventa dos años con un mayor número cotizantes que de pensionistas. Pese a esto, la tendencia seguida desde el 2015 invita al optimismo, ya que la mejoría en el desempleo está consiguiendo acortar progresivamente la distancia entre ambos sectores.
El sistema público de pensiones se caracteriza por ser contributivo y solidario, por lo que se alimenta de las aportaciones de los trabajadores por la vía de las cotizaciones sociales y se reparte entre los pensionistas. El mantenimiento de este sistema se topa con un problema ya crónico en la provincia, donde el colectivo de pensionistas ha sido siempre mayoritario.
Excepciones
En toda la serie histórica, solo en 2007 y 2008 –en plena expansión económica– se registró un mayor número de afiliados que de perceptores de algún tipo de pensión. Esos años precrisis supusieron un simple paréntesis en la estampa ya habitual de la Seguridad Social en la provincia. Ahora, Ourense acumula ya casi otros 10 años seguidos con más pensionistas que cotizantes, aunque no es la única que ha estado en esta situación, ya que, sin ir muy lejos, otra provincia gallega, en este caso, Lugo, también pasó por ese trance durante los años más peliagudos de la crisis económica.
Ahora, con la mejoría de los datos macroeconómicos, Ourense afronta una etapa de recuperación, con el reto de volver a igualar el número de cotizantes y pensionistas. Este pasado mes de febrero, la provincia registró un total de 101.225 afiliados a la Seguridad Social y 108.727 pensionistas, lo que significa que en la actualidad hay una diferencia de 7.502 personas. Esto supone una clara recuperación respecto a 2014, cuando la brecha llegó a situarse en 13.711.
Estallido de la crisis
El estallido de la crisis provocó una caída en picado de las afiliaciones entre 2009 y 2014, lo que generó que el número de pensionistas llegase a superar al de cotizantes todos los años con distancias de hasta casi 14.000 personas. Aún así, la situación no llegó tan lejos como a finales del siglo XX, donde llegó a haber una brecha muy importante, con hasta 18.000 pensionistas más que personas cotizando.
Con este bagaje, muchas provincias miran ya de reojo a Ourense, que sirve de guía ante los efectos de la despoblación y el envejecimiento. No son pocos los que viven bajo la amenaza de entrar también en el décficit de cotizantes, aunque de momento, solo Ourense mantiene un a proporción por debajo de 1, con un total de 0,93 cotizantes poc cada pensionista.
Un sistema que está en jaque a nivel nacional
El ratio a nivel español entre cotizantes y pensionistas sigue cayendo de forma preocupante y parece poner en jaque el mantenimiento del sistema de pensiones. El sistema público de pensiones español se nutre de las aportaciones de los trabajadores por la vía de las cotizaciones sociales, que se reparten entre los pensionistas.
Ante esto, la solvencia del sistema en la provincia de Ourense está claramente en entredicho. Pero no es la única provincia en esta situación, ya que la proporción entre cotizantes y pensionistas también está muy ajustada en parte de las provincias españolas. Con los datos actualizados a febrero de 2018, hay ya solo 1,9 cotizantes por cada pensionista de media en España, cuando en el año 2007, en plena expansión, se llegó a alcanzar un ratio de 2,7.
Las provincias con los ratios más bajos en la actualidad, después de la proporción de 0,93 que marca Ourense, son Lugo (1,01), León (1,08), Zamora (1,14), Asturias (1,2) y Ávila (1,38). Ante esta situación, gran parte de España mira ya de reojo a la provincia de Ourense. n
