Análisis

Crece la tensión: vecinos, UPO, cultura y oposición

El alcalde de Ourense, durante el último pleno. (ÓSCAR PINAL)
photo_camera El alcalde de Ourense, durante el último pleno. (ÓSCAR PINAL)
El PSOE pide la dimisión de Ucha tras su peineta y el "dímelo fuera" a Rúas

Los ecos del pleno municipal celebrado el viernes seguirán resonando durante varias jornadas. Las "perlas" de Jácome, que despreció a la Universidad Popular, a los técnicos de Cultura, a las asociaciones de vecinos y a la edil nacionalista Rhut Reza, unido al estilo de "pistolero" que exhibió el concejal del "grupo de gobierno consolidado" (como se autodenominan) Telmo Ucha  incrementan la tensión municipal.

PSOE: “Non aos pistoleiros"

El PSOE no dudó ayer en condenar la actitud de Ucha, después de su peineta a Villarino, a quien le dijo "vaite deitar", y de sus palabras al concejal Xosé Rúas, a quien le profirió un "eso dímelo fuera" tras recibir críticas a su gestión. Los socialistas exigen la dimisión "inmediata" del concejal como responsable de Seguridad Ciudadana por su actitud "imprudente, temeraria e agresiva". 

El PSOE da de plazo 48 horas a Ucha para abandonar las competencias de Seguridad Ciudadana y reclama el apoyo del resto de grupos de la oposición para decir "basta xa" a los que considera "matonismo". "Fronte a comportamentos desafiantes e mesmo violentos, reclamamos respecto e dignidade para a cidade e os seus representantes", indicaron desde el partido socialista, que se preguntan cómo la seguridad de la urbe "pode estar en mans dun pistoleiro". 

"Sentimos vergoña por este sheriff de gatillo fácil, que se atreve a falar de izquierdita cobarde e actúa como representante encuberto da ultradereita no oeste español", lamentaron en el PSOE. Además, tildó de "cómplice" al PP, que "é quen mantén a Jácome e o seu séquito". 

Contra entidades vecinales

El otro frente, aparte del abierto por Ucha, lo centraliza el alcalde Jácome. Tras la intervención en el pleno de la Agrupación Miño, no tuvo más palabras que mofarse con un "parece que hablaban de Sarajevo", tras afear estos el estado de la ciudad. 

A este frente vecinal se une el abierto con la Asociación de Ponte Canedo, a quienes desmanteló una sala que utilizan para actividades. Colectivos vecinales variados y representantes políticos llamaron ayer a Olga Giráldez, presidenta de la entidad vecinal, para mostrarle su apoyo. En el pleno, Jácome ignoró las preguntas de la oposición, y se limitó a decir que "tengo coartada, yo estaba en el País Vasco", en referencia al desmantelamiento.

Ucha, por su parte, se dedicó a mostrar una foto de la presidenta vecinal leyendo el periódico en la sede de la asociación pontina, para menospreciarla. "Fixeron a foto cinco minutos antes de que veña toda a xente ás actividades, é un acoso e derribo. Empeza coa Ponte e vai a por todos", explicó ella. Esto provocó que en el propio pleno los partidos pidiesen información al respecto, y el PP incluso solicitó acceso al expediente para conocer quién había autorizado ese desmantelamiento. 

Cultura, en la calle

A esto se suman los ánimos caldeados en la cultura. Jácome aprovechó el pleno para asegurar que el Concello "no tiene buenos programadores culturales" y para presumir que si él hubiese programado en antes "lo habría reventado". De momento, hoy habrá nueva concentración de Emerxencia Cultural Ourense, en la Praza Maior. 

La UPO responde: “Cada vez temos maior apoio"
La Universidad Popular  fue víctima de los ataques del alcalde. "Hay cursillos con menos interés que los de las academias", dijo, tras llamar "mafia" a la federación que los aglutina y cuestionar el interés: "Por la calle algunos me increpan y otros me saludan, pero ni uno me ha dicho que no cierre la UPO". La respuesta del colectivo "Non ao peche da UPO"  fue rápida: "Cada vez temos máis apoio, non somos unha minoría insignificante. Quizais porque o venres non transitou polo Paseo, e tería visto a 500 persoas pedíndolle que non peche a UPO, ou o día da concentración, que outros centos dixémosllo alto e claro, ou o 28 de maio, que máis de 100  persoas faciamos cola". 
Además, los trabajadores municipales se manifestaron el viernes, exigiendo "menos asesores e máis traballadores". 

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