El balance de la situación socioeconómica de 2009 se caracteriza por un progresivo empeoramiento de los indicadores de actividad laboral y empresarial, con un fuerte aumento de las empresas en dificultades -que incluso derivan en quiebras- y una creciente cifra de paro. Por ello, el año pasado aumentó en más de 3.300 personas el número de parados dependientes de las prestaciones públicas, pagas que ascendieron a 152 millones de euros en la provincia, a los que se suman otros 852 millones en pensiones.
Ya concluido el 2009, el balance de los indicadores socioeconómicos del ejercicio constata que el empeoramiento de la situación socioeconómica que se había comenzado a registrar en el tercer trimestre de 2008 se agudizó a lo largo del pasado ejercicio.
La pérdida de empleo ha sido una de las protagonistas del año pasado. A pesar de que el desempleo ya comenzó a dispararse el último trimestre de 2008, en 2009 ha ido a peor y las listas del Servicio Público de Empleo cerraron el año con 2.427 parados más (y la situación todavía ha empeorado más enero de 2010 hasta superar los 26.300 parados). Los expedientes de regulación también crecieron de modo alarmante: de los 28 que se habían producido en 2008 (con 204 trabajadores suspendidos temporalmente y 104 rescisiones de contrato) se pasó a 56 durante el año pasado, con 1.119 suspensiones temporales y 104 despidos.
Ante esta situación, son cada vez más los ourensanos que perciben una prestación por desempleo, sea contributiva, de subsidio o la renta activa de inserción. Al cierre de 2009 eran 16.714 los beneficiarios de estas ayudas, 3.300 más que un año antes. Así el fondo de prestaciones que perciben los ourensanos en paro pasó de 11,6 millones de euros al mes en 2008 a 13,7 millones mensuales en 2009. Esto eleva la dependencia de fondos públicos en una provincia que ya recibe al mes 60 millones de euros en pensiones. Sin embargo, su aportación a la Seguridad Social desciende, después de perder más de 2.000 cotizantes en un año.
También el Fondo de Garantía Salarial se tuvo que hacer cargo de abonar los salarios pendientes de cobro y las indemnizaciones de más trabajadores cuyas empresas dieron en quiebra. En concreto, en 2009 este fondo público abonó casi 2,9 millones de euros a 653 trabajadores de 202 empresas, frente a 1,9 millones pagados el año anterior a 454 empleados de 136 firmas.
El Boletín Oficial del Registro Mercantil dio cuenta en 2009 de un mayor número de insolvencias: unas 90 empresas fueron incapaces de hacer frente al pago de 3,2 millones de euros que debían a proveedores o trabajadores, frente a los casos de 66 empresas que no pagaron 1,6 millones en 2008.
También los concursos de acreedores declarados el año pasado se duplicaron con respecto al anterior.
Los impagos afectan al 4,5% de las operaciones
La actividad empresarial se ha visto fuertemente resentida por la situación económica y las restricciones en el acceso al crédito. Así, la creación de nuevas empresas ha caído en picado (pasó de 480 en 2008 a 380 hasta noviembre de 2009), aunque la disolución de sociedades no ha crecido (de 94 que desparecieron en 2008 se pasó a 73 entre enero y noviembre de 2009).
Mientras, los impagos se mantienen porcentualmente en el mismo nivel que en 2008: un 4,5% de los pagos comprometidos a través de letras o pagarés no se abonan en el plazo convenido. No obstante, la ralentización de la actividad económica se muestra también en el descenso del importe de transacciones realizadas mediante este sistema: en 2008 se habían abonado mediante letras o pagarés operaciones comerciales por 1.665 millones de euros, que disminuyeron a 1.118 millones en 2009.
Con respecto al comercio exterior, los últimos datos disponibles (hasta el tercer trimestre de 2009) constatan que se mantiene el nivel de compras de las empresas ourensanas al extranjero, pero las exportaciones han caído ligeramente.
La pérdida de empleo ha sido una de las protagonistas del año pasado. A pesar de que el desempleo ya comenzó a dispararse el último trimestre de 2008, en 2009 ha ido a peor y las listas del Servicio Público de Empleo cerraron el año con 2.427 parados más (y la situación todavía ha empeorado más enero de 2010 hasta superar los 26.300 parados). Los expedientes de regulación también crecieron de modo alarmante: de los 28 que se habían producido en 2008 (con 204 trabajadores suspendidos temporalmente y 104 rescisiones de contrato) se pasó a 56 durante el año pasado, con 1.119 suspensiones temporales y 104 despidos.
Ante esta situación, son cada vez más los ourensanos que perciben una prestación por desempleo, sea contributiva, de subsidio o la renta activa de inserción. Al cierre de 2009 eran 16.714 los beneficiarios de estas ayudas, 3.300 más que un año antes. Así el fondo de prestaciones que perciben los ourensanos en paro pasó de 11,6 millones de euros al mes en 2008 a 13,7 millones mensuales en 2009. Esto eleva la dependencia de fondos públicos en una provincia que ya recibe al mes 60 millones de euros en pensiones. Sin embargo, su aportación a la Seguridad Social desciende, después de perder más de 2.000 cotizantes en un año.
También el Fondo de Garantía Salarial se tuvo que hacer cargo de abonar los salarios pendientes de cobro y las indemnizaciones de más trabajadores cuyas empresas dieron en quiebra. En concreto, en 2009 este fondo público abonó casi 2,9 millones de euros a 653 trabajadores de 202 empresas, frente a 1,9 millones pagados el año anterior a 454 empleados de 136 firmas.
El Boletín Oficial del Registro Mercantil dio cuenta en 2009 de un mayor número de insolvencias: unas 90 empresas fueron incapaces de hacer frente al pago de 3,2 millones de euros que debían a proveedores o trabajadores, frente a los casos de 66 empresas que no pagaron 1,6 millones en 2008.
También los concursos de acreedores declarados el año pasado se duplicaron con respecto al anterior.
Los impagos afectan al 4,5% de las operaciones
La actividad empresarial se ha visto fuertemente resentida por la situación económica y las restricciones en el acceso al crédito. Así, la creación de nuevas empresas ha caído en picado (pasó de 480 en 2008 a 380 hasta noviembre de 2009), aunque la disolución de sociedades no ha crecido (de 94 que desparecieron en 2008 se pasó a 73 entre enero y noviembre de 2009).
Mientras, los impagos se mantienen porcentualmente en el mismo nivel que en 2008: un 4,5% de los pagos comprometidos a través de letras o pagarés no se abonan en el plazo convenido. No obstante, la ralentización de la actividad económica se muestra también en el descenso del importe de transacciones realizadas mediante este sistema: en 2008 se habían abonado mediante letras o pagarés operaciones comerciales por 1.665 millones de euros, que disminuyeron a 1.118 millones en 2009.
Con respecto al comercio exterior, los últimos datos disponibles (hasta el tercer trimestre de 2009) constatan que se mantiene el nivel de compras de las empresas ourensanas al extranjero, pero las exportaciones han caído ligeramente.
